Economía

El campo tiñe de verde Madrid

Miles de agricultores, convocados por las organizaciones agrarias Asaja, Coag y UPA, se manifiestan a esta hora en Madrid.

el 21 nov 2009 / 11:11 h.

Las cuatro de la mañana. Tiene que darse prisa porque sale el autobús que le lleva a la manifestación en Madrid con la que culmina la huelga general de dos días que ha llevado a cabo el campo por los altos costes, los bajos precios y la falta de liquidez. Es Antonio Salas, olivarero de Arjona (Jaén), que llega a la capital de España con 1.000 vecinos más de la localidad, que cuenta con un total de 6.000. "Había más gente que quería venir, pero no había autobuses suficientes". En su pueblo pararon ayer y el viernes, paradójicamente, hasta los bancos. El olivar tradicional, de los cultivos más sufridos en los últimos tiempos, en el fondo da de comer a casi todos.

Rotundo éxito del mundo agrario y ganadero, al menos así lo afirmaron los convocantes, Asaja, UPA y COAG, que se unieron esta vez para hacer de la unión la fuerza -banderas con los logos de las tres juntas eran las más numerosas- ante los problemas que atraviesa el sector. Cooperativas y regantes también acudieron. Cierto es que entre Cibeles y la Puerta de Alcalá no cabía un alfiler y que la llegada hasta las puertas del Ministerio de Agricultura se vendía cara. Por el número de manifestantes y por los antidisturbios que custodiaban la casa de Elena Espinosa.

Banderas de Extremadura, León, Cantabria, el País Vasco y, sobre todo, de Andalucía, entre otras, ondeaban ayer en la capital. Una vaca gigante en forma de globo, de los productores gallegos, era la que mejor panorámica tenía. Lástima que los ojos no le sirvieran de nada.

Las críticas. Al fondo, los más ruidosos. Esta vez el globo era redondo y de Asaja Sevilla, que anunciaba las consignas más repetidas, contra Zapatero, Espinosa y también contra CCOO y UGT, que no respaldaron la protesta. La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, tampoco se libró de las críticas. Y entre todos ellos un héroe, Nicolas Sarkozy, que tras repartir entre sus agricultores ayudas por valor de más de 1.500 millones (aparte de las aportadas por la UE), se ha convertido en el "ejemplo a seguir".

De todos los sectores y para todos los gustos. Y es que, según los agricultores, la muerte del campo se avecina. Dos féretros representaban al campo, sin vida, a causa del "abandono de las administraciones". Hasta un cura se desplazó para darle la extremaunción.

¿Cuantós? Junto a estas escenas, un crucificado y una pancarta que rezaba La UE practica el holocausto con el campo andaluz. Imagen de agonía, de ruina, como recogían muchos de los cartelones portados por los manifestantes. Pero también festivo era el ambiente por el respaldo obtenido, mayor de lo esperado. Más de 100.000 personas, según las organizadoras. Y porque, según los mayores, "es la mayor que se recuerda". Según la empresa Lynce, para Efe, eran 12.500.

Pero el agrario es un sector que si muere, lo hará matando. No descarta nuevas movilizaciones si no obtiene respuesta. Ayer, la ministra del ramo no se encontraba en el imponente edificio que alberga su cartera frente a la estación de Atocha -testigo de la llegada en AVE de cientos de representantes del campo andaluz- y la única que podía atender a los manifestantes era la directora general de Agricultura.

Los agricultores se negaron a ello. Y los de Aragón se quejaban. "¿Por qué tanta atención a Figueruelas y no al campo?", se preguntaba Javier Aznárez, ganadero de Zaragoza.Cereal, arroz, olivar, cítrico, ganadería... Los problemas vienen de todos los frentes, de ahí la piña. "Hace dos años nos pagaban por la leche 85 céntimos y ahora 36".

"Por lo menos como en Covap la comercializamos, no tenemos los problemas de otros, que tienen que vender a la industria". Son Emilio Arévalo y Francisco Ruiz, del Valle de los Pedroches. Por lo mismo protesta Antonia Mora, de Álora (Málaga), aunque trasladado a los cítricos. "Nos pagan 4 céntimos por un kilo que se vende luego a un euro".

Sectores. De Cádiz, el cereal. La cooperativa de Villamartín aporta 250 manifestantes. "Tenemos 20.000 toneladas almacenadas pero no hay comprador que quiera pagar al menos el coste", se lamenta Ramón Holgado, su presidente.Los sevillanos, aceituna de mesa y arroz, la primera sin liquidez. "Hemos pagado con el circulante a los jornaleros y se ha entregado el producto sin precio. No podemos seguir así", se lamentaba David Jordán. Para Juan Estévez y Gonzalo Palma, arroceros de Coria del Río, aunque la campaña ha sido buena, "al final bajan los precios por la oferta y no sabe uno qué es peor".

Pegatinas en el suelo, banderas que colapsaban los cubos de basura. El final. El campo espera haberse dejado oír en Madrid.

Los políticos se arriman. Aunque la finalidad de la manifestación del sector no era politizarla más allá de las reivindicaciones al Gobierno -los representantes de los agricultores no se cansaron de repetir que la unidad de acción de los partidos españoles es fundamental ante la Unión Europea-, algunos políticos no dejaron pasar la oportunidad de dejarse ver.Entre ellos, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien instó al Ejecutivo a desarrollar una política agraria nacional.

Por su parte, el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, pidió que se emprendan políticas de "intervención y de ayudas" al sector agrario, frente al "neoliberalismo" que, dijo, se ha aplicado desde la UE.

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