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El caos se adueña de Barajas ante la indignación general

Miles de viajeros pasaron ayer sábado en las terminales de Barajas hasta ocho horas en una cola para obtener información, cinco para recoger el equipaje y, en algunos casos, un día para tomar un vuelo. Los retrasos y cancelaciones han afectado ya a 45.000 personas. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 21:00 h.

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Miles de viajeros pasaron ayer sábado en las terminales de Barajas hasta ocho horas en una cola para obtener información, cinco para recoger el equipaje y, en algunos casos, un día para tomar un vuelo. Los retrasos y cancelaciones han afectado ya a 45.000 personas.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) calcula que unas 45.000 personas han sufrido desde el viernes la cancelación de 571 vuelos en el aeropuerto de Barajas e importantes retrasos, según explicó el director de aeropuertos españoles, Javier Marín.

Durante la mañana y primeras horas de la tarde de ayer, el aeropuerto madrileño sólo mantuvo operativas dos de sus cuatro pistas, lo que provocó que hasta las 17.30 horas se registraran 517 operaciones sobre un total de 985 programados para todo el día.

En concreto, 249 en las terminales T1, T2 y T3 mientras que en la T4 se produjeron un total de 268 operaciones. Aena informó que por la tarde se abrió una tercera pista del aeropuerto madrileño y su previsión era que se pudiera abrir anoche la última pista que permanecía cerrada.

El aeropuerto de Barajas fue el principal afectado por el temporal de nieve donde cientos de personas pasaron allí la noche, y esperaron largas colas para obtener información, recoger sus maletas o embarcar definitivamente en sus vuelos. Durante todo el día las protestas se multiplicaron por los retrasos generalizados en los vuelos, con una demora media de 90 minutos en las terminales T1, T2 y T3 y de dos horas en la T4, y continuaron las cancelaciones de las rutas.

Tensión máxima. La Guardia Civil entró en tres aviones de vuelos transoceánicos, cuyos pasajeros se negaban a desembarcar, para instarles a que abandonaran la aeronave, pues se negaban a bajar de los aviones cuando fueron informados de que la tripulación "había excedido su tiempo de actividad". En uno de estos vuelos que se dirigía a Buenos Aires los viajeros ya habían sido embarcados y desembarcados sobre las 3.00 de la madrugada del sábado, y ayer se "encerraron" en el avión desde que embarcaron de nuevo, a las 12.00, hasta las 16.00, cuando llegaron a "un pacto con la supervisora".

El pasaje de este avión, más de 300 personas, fueron trasladados a hoteles y estaba previsto que salieran esta pasada madrugada, cuando la "tripulación hubiera descansado las diez horas y media reglamentarias", según los viajeros. Aena envió en total a 2.000 pasajeros a hoteles. Agentes de la Guardia Civil recorrieron el edificio satélite de la terminal T4, ante las continúas protestas por las demoras en los vuelos y la falta de información por parte de las compañías.

Varias compañías informaron a Efe de que durante la mañana operaron con "muchas dificultades", ya que en las plataformas del aeropuerto había hielo y se retrasaban las labores de carga de los aviones, que provocó más retrasos y advirtieron que "van a generar unos problemas tremendos en las rotaciones a lo largo de la jornada". Los problemas que el temporal causó en Barajas afectaron también a la actividad del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, donde se registraron retrasos en los vuelos que enlazan con Madrid, en especial en los que proceden de Latinoamérica, que se demoraron, en algún caso, hasta dos horas.

Petición de dimisión. Las críticas por las consecuencias del temporal partieron ayer del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, que pidió desde Lugo -donde participó en la apertura de la precampaña gallega- la dimisión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a quien acusó de ser una "especialista" en incrementar los problemas de los ciudadanos, y reclamó su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

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