Cultura

«El capitalismo no es malo, es que está agotado»

El profesor, escritor, académico y economista José Luis Sampedro, de 92 años, dijo ayer en su discurso de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Sevilla que "no es que el capitalismo sea malo, sino que está agotado".

el 16 sep 2009 / 01:43 h.

El profesor, escritor, académico y economista José Luis Sampedro, de 92 años, dijo ayer en su discurso de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Sevilla que "no es que el capitalismo sea malo, sino que está agotado".

Sampedro fue investido a propuesta del Departamento de Matemática Aplicada I de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, debido a las aportaciones que ha realizado a lo largo de su trayectoria como economista al avance en el conocimiento y comprensión de la estructura económica.

En un solemne acto, en el Paraninfo de la Hispalense, el académico afirmó que sólo hay dos clases de economistas, los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que, como él, lo hacen para que los pobres sean menos pobres, si bien lo comenzó citando dos versos del clásico sevillano Rodrigo Caro, de su oda A las ruinas de Itálica: "Las torres que desprecio al aire fueron / a su gran pesadumbre se rindieron".

Sin leer al pronunciar su discurso, comparó al capitalismo con una "torre llena de grietas" por haber tropezado con límites, como los de los recursos y la destrucción del medio ambiente "a un ritmo imposible de mantener".

"En el siglo XX la población de la Tierra se ha triplicado, mientras que los recursos no se triplican sino que se destruyen", señaló para citar un estudio según el cual para que toda la Humanidad tuviera el nivel de vida de los españoles harían falta tres Planetas Tierra.

El escritor, que aseguró no estar en contra del capitalismo en sí mismo pero sí de quiénes no se dan cuenta de que es como "un ser que se muere", se preguntó dónde está el espíritu creativo, emprendedor del capitalismo en sus inicios históricos, cuando hoy "lo que hay es miedo" y "los países ricos se defienden con toscas medidas medievales, construyendo murallas".

"El hombre ya no es la medida de todas las cosas, sino el dinero; y eso es una de las causas de la ruina del sistema", concluyó.

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