Es la primera vez que una imagen procesional de la Semana Santa sevillana es sometida a la prueba del carbono 14. La antigüedad de la Virgen de la Victoria, titular de la hermandad de las Cigarreras, ha pasado el rubicón de la ciencia.
Los análisis realizados en el Centro Nacional de Aceleradores de la isla de la Cartuja apoyan la datación realizada por el historiador y teniente de hermano mayor de la hermandad, José Manuel López Bernal, que concluye que la Virgen de la Victoria es imagen de candelero de vestir realizada en el primer tercio del siglo XVII y más concretamente, en el periodo entre 1611 y 1628.
Para verificar las conclusiones de esta investigación y acotar el periodo histórico de ejecución material de la imagen, se han extraído dos muestras de madera -una de la cabeza y otra de la base del cuerpo de la imagen- para su análisis en el Centro Nacional de Aceleradores. Las muestras fueron extraídas aprovechando la restauración a la que fue sometida la imagen por Enrique Gutiérrez Carrasquilla entre noviembre de 2006 y marzo de 2007.
Tras casi dos años de espera, los resultados del Servicio de Datación por Radiocarbono del Centro Nacional de Aceleradores han venido a confirmar, con un 95% de fiabilidad, que los datos de la investigación histórica desarrollada por López Bernal son correctos. En concreto, una de las muestras, la de la cabeza, ofrece una edad real que oscila entre 1416 y 1630, como fecha tope, mientras que la segunda muestra se localiza en un intervalo que abarcaría desde 1477 a 1647.
Aunque el carbono 14 localiza la hechura de la imagen en arcos temporales bastante amplios, la prueba ha sido de gran utilidad para la hermandad, ya que estos resultados apoyan de una manera científica los datos de la hipótesis desarrollada por el historiador Lópe Bernal en el sentido de que la dolorosa fue concebida en algún momento entre 1611, como muy pronto, y 1628 como muy tarde. Esta hipótesis se basa en que hasta 1611 no se menciona a ninguna advocación mariana en las reglas de la cofradía, siendo la primera vez que aparece su título en una escritura de 1628.
"No nos atrevemos a asegurar quién esculpió la imagen, pero hemos acotado el arco cronológico en el que se realizó", apunta el teniente de hermano mayor.
La prueba del carbono 14, potente herramienta para la asignación de edades de muestras de interés arqueológico, histórico o artístico, se ha llevado a cabo mediante la técnica AMS o de Espectrometría de Masas con Acelerador. "Se trata -explica López Bernal- de una variante de la prueba clásica del carbono 14, aunque menos destructiva, más rápida y más productiva que la tradicional". Así, mientras que con el método tradicional se mide la radiación emitida por carbono-14, con la técnica AMS se mide el número de átomos de carbono-14 presente en la muestra. "Sólo nos falta una última cuestión: una apoyatura documetal para encontrar el autor concreto de la imagen, sin perjuicio de futuros estudios estilísticos comparativos", apunta López Bernal.
