Local

El 'carcelero' austríaco subía a vivir con él a los niños que lloraban más

El caso de Josef Fritzl sigue lanzando datos espeluznantes: sacaba del sótano a los hijos-nietos que más lloraban y los subía a vivir con él y su mujer, a la que siempre tuvo engañada. (Foto: EFE)

el 15 sep 2009 / 03:59 h.

TAGS:

El caso de Josef Fritzl, ya conocido como el carcelero de Amstetten por secuestrar y violar a su hija durante 24 años, sigue lanzando datos espeluznantes: sacaba del sótano a los hijos-nietos que más lloraban y los subía a vivir con él y su mujer, a la que siempre tuvo engañada.

El estado de salud y su inclinación a llorar eran los criterios por los cuales el violador austríaco escogió a tres de los seis hijos que tuvo con su hija para adoptarlos junto con su esposa. Así lo afirmó Leopold Etz, inspector jefe de la Oficina regional contra el Crimen de Baja Austria, en base a los primeros interrogatorios de Fritzl. El septuagenario mantuvo encerrada en un sótano a su hija Elisabeth, a quien violó sistemáticamente durante 24 años.

Según Etz, el destino de los tres niños más tranquilos fue permanecer con su madre en el sótano, sin ver la luz natural hasta ser liberados el sábado pasado. Fritzl había subido del calabozo a tres bebés de pocos meses de edad en los años 1993, 1994 y 1997, alegando ante su familia que la hija, supuestamente desaparecida en una secta, los había depositado en la puerta de su casa. Estos niños crecieron en la casa familiar como si fueran nietos y luego fueron adoptados por Fritzl y su esposa Rosmarie.

Adn. Mientras tanto, lo que ya se daba por hecho, quedó confirmado por los análisis de ADN: el técnico electricista austriaco jubilado es el padre de los seis hijos nacidos en el calabozo de Amstetten tras la violación sistemática de Elisabeth.

Así las cosas, la Policía austríaca puede dar por concluida la investigación de los puntos principales de este caso, que entrará en la historia como uno de los crímenes más macabros de la historia de este país, uno de los más ricos y desarrollados del mundo.

"Los seis hijos de Elisabeth Fritzl nacidos en cautiverio [un séptimo murió nada más nacer] tienen como padre a su propio padre, Josef Fritzl", dijo en una multitudinaria rueda de prensa Franz Polzer, responsable de la investigación policial. "De esta forma se dispone de la prueba física" de los delitos cometidos por Fritzl en los últimos 24 años, dijo.

También se considera probado que todas las cartas supuestamente enviadas por Elisabeth a la casa fueron dictadas por su padre bajo amenazas. Polzer explicó, además, que el violador "no dejó ningún cabo suelto que permitiera descubrir su mentira, porque engañó a todos: a su mujer, su familia y sus vecinos".

Por las repetidas violaciones de la hija, la ley austríaca prevé una pena máxima de 15 años para el carcelero, aunque después de cumplirla las autoridades tienen la posibilidad de declarar a Fritzl "insano, anormal y peligroso", con lo que sería internado en un centro psiquiátrico de por vida. Sólo sería condenado a cadena perpetua en prisión por homicidio si se demostrara que negó el auxilio a uno de sus hijos-nietos, que murió al nacer y al que incineró en la caldera de la calefacción.

  • 1