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El cascabel de la Gran Sevilla

La cuestión la lanzó al aire el propio consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, y lo pudo decir más alto, pero no más claro: "La pregunta es quién impulsa este proyecto, si no hay quien lo aliente esto será un diálogo de sordos".

el 08 nov 2009 / 22:10 h.

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El Metro es de los pocos elementos realmente metropolitanos hoy día.
El proyecto es el famoso Potaus, el Plan de Ordenación de Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla, la biblia metropolitana que se diseñó sobre el papel pero a la que ahora hay que pegarle un enorme empujón económico para hacerla realidad. Y para ello el consejero ha propuesto una nueva fórmula: una plataforma, una agencia público-privada que funcione como la voz única del área metropolitana a la hora de atraer inversiones.


El escenario en el que Espadas puso el cascabel sobre la mesa fue una nueva edición de los Encuentros de El Correo celebrado el viernes en La Rinconada. Y ahora, como siempre, queda lo más difícil, que es ponerle el cascabel al gato, aunque el consejero ya advirtió de que "la inversión más importante no debería ser la pública". Dicho de otra manera: "Hace falta voluntad empresarial".

El desafío ahora es que tenemos un área metropolitana diseñada, pero de ahí a que sea una realidad todavía queda un buen trecho. Hasta la fecha se han hecho pinitos en campos como el transporte, la vivienda y el tratamiento de agua y residuos urbanos. Pero esto, admite el propio consejero, no significa que hayamos hecho un área metropolitana, sino que hablamos simplemente de un territorio que comparte servicios. "Falta que seamos un proyecto metropolitano de verdad" y para eso, abundó, "primero hay que saber si hay recursos y segundo quién va a liderar el proyecto".

Y aquí es donde está ahora mismo el atasco. ¿Quién está liderando la construcción del área metropolitana? En la práctica es la Junta, que ha dibujado el Potaus, pero ahora se supone que el paso al frente deberían darlo los municipios. Y éste es el eslabón de la cadena que se rompe. Las miradas han estado dirigidas a Sevilla, que por pura lógica debería comandar este proceso, pero hasta la fecha no se han tenido noticias de la capital. Es más, al hacer balance de su propio Plan Estratégico Sevilla 2010 la ciudad reconoció que lo que más había fallado era en su escasa implicación metropolitana. La idea es hacer propósito de enmienda a partir de ahora, pero eso está todavía por ver. Mientras ese momento llega, municipios como Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, La Rinconada, Mairena del Aljarafe o Tomares han demostrado mayor nervio (y compromiso) metropolitano.

El problema es que los liderazgos no se ganan de la noche a la mañana, y a ello no ayuda precisamente la sensación permanente de que el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, no pisa terreno firme, ni dentro ni fuera de su partido. Además, banderas como la de liderar un área metropolitana con un millón y medio de habitantes se alzan cuando hay un respaldo detrás, de lo contrario te puedes encontrar con que te acusan de querer marcar el paso, de que el pez grande se quiere comer a los 45 pequeños.

El caso es que por una u otra razón seguimos sin nadie que tire del carro. Y aquí es donde se enmarca el paso al frente de Juan Espadas, que en su análisis admite que "hace falta alguien que impulse para hacer realidad" el área metropolitana. Visto que el liderazgo político brilla por su ausencia (lo más cercano es el reiterado anhelo del secretario provincial de los socialistas sevillanos, José Antonio Viera, de crear una autoridad única) ha llegado el momento de poner la alfombra roja para que marquen el paso los que pueden hacerlo, que no son otros que los empresarios. ¿Y cómo se consigue atraerlos para que pongan el dinero? Pues implicándolos en la agencia que defiende el consejero, y sobre todo haciendo más atractivo un producto que hasta ahora se ha publicitado poco.

El producto, en definitiva, se llama área metropolitana de Sevilla, que por encima de cualquier otra consideración es un enorme espacio que forman 46 municipios y en el que viven un millón y medio de personas. Es decir, que hay clientela más que suficiente. Espadas también lo dejó claro el viernes en La Rinconada: "Dos más dos pueden ser cinco y hasta seis". Pero para eso hace falta vender el paquete completo, desarrollar una especie de marca metropolitana.

Innovación y búsqueda de inversión es la senda trazada por la Junta, que insiste una y otra vez en que hay que ir "más allá de la prestación de servicios comunes". Para ello hace falta encontrar la "identidad metropolitana" que Espadas reclama, de ahí su apuesta por una agencia en cierto modo apolítica, "porque el debate sobre la autoridad única limita". El cascabel ya está encima de la mesa: ¿quién se lo pone ahora al gatito?

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