El Gobierno municipal acabó ayer con la descoordinación manifiesta en la gestión de la crisis de Hytasa. El concejal de Presidencia, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, reunió a los ediles de Movilidad y de Urbanismo, Francisco Fernández y Emilio Carrillo, quienes habían enviado sendos informes al Juzgado de Instrucción 19 en los que se acusaban mutuamente de que no funcionara el semáforo del cruce donde se registró el accidente en el que murió atropellada una mujer. Tras la cita, Celis pidió disculpas a los ciudadanos por el "error de coordinación", anunció la creación de una comisión mixta de ambas delegaciones que elaborará un informe conjunto que se trasladará a la magistrada (y que 'anulará' los anteriores) y subrayó que el Ayuntamiento no tiene responsabilidad jurídica en el siniestro. El Ayuntamiento hace bien en reconocer los errores y en pedir disculpas. Con esta asunción de responsabilidades se recupera el sentido común perdido en el marasmo de reproches y se toma el camino para llevar el caso a su cauce natural. Aún así, quedan interrogantes por esclarecer: por ejemplo, cómo y por qué se llegado a esta situación, pues si se hubiera actuado antes de modo coordinado, se habrían ahorrado el espectáculo público de desunión. Además, sigue sin aclararse por qué se quiere indemnizar a la familia si se ha tratado de un accidente (en ese caso, habría que reparar todos los casos similares) y, por último, queda por ver qué pensará la juez Ana María Escribano cuando le llegue un tercer informe municipal que complementa o contradice los dos anteriores. Y todo esto aderezado, en el plano político, por el anuncio del relevo de Emilio Carrillo de la portavocía del Gobierno, pues aunque lo había solicitado él mismo, no parece que ayer fuera el día para hacerlo efectivo. Si lo que se quería era visualizar algún gesto de autoridad, éste llega tarde.
