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«El castigo es parte de la educación e incluso a veces debe ser duro»

El ex defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, psicólogo y pedagogo acaba de publicar su libro ¿Qué se le puede pedir a la vida? (Aguilar), en el que a través de pequeñas historias anima a mirar a la vida de frente, a disfrutar de ella, y a no perder el tiempo «tontamente»

el 05 mar 2011 / 19:59 h.

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El ex defensor del Menor Javier Urra posa con su nuevo libro ‘¿Qué se le puede pedir a la vida?’.

-¿Con la actual crisis cree que se le pueden pedir muchas cosas a la vida?
-Sí. Lo importante es valorar lo que tenemos, la vida, transmitir amor, sentir que cada día estamos vivos, sentirse queridos. Hay que hacer un esfuerzo para ser optimista.


-¿Pero cómo podemos transmitir optimismo a nuestros hijos con la que está cayendo?
-El optimismo es entender que un problema no lo es tal, sino que es un obstáculo que hay que salvar. Nuestros hijos deben entender que es un momento de austeridad, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que el ser humano es más que lo que tiene y que podemos ser felices con menos.


-¿Las redes sociales qué influencia tienen en los menores?
-Son una autopista de conocimiento y comunicación y los adultos lo que tenemos que hacer es no ser analfabetos tecnológicos. Debemos conocer las redes sociales. A partir de ahí hay que educar a los menores en la libertad y en la autorregulación. También hay que enseñar a los niños que hay riesgos, porque ellos pueden creer que el que está al otro lado de la red es igual de inocente que él y no siempre es así.


-¿Entonces cree que los niños están expuestos a demasiados riesgos?
-Sí, pero las redes sociales son una maravilla, porque sin ellas muchos niños estarían incomunicados, les hace entender que el mundo es uno y que las fronteras están desapareciendo. Eso sí, hay que educarles en la duda, en la incertidumbre y a entender al otro, a aceptar un no, a no ser tan narcisistas. Creo que todas las tragedias que están pasando como el caso de Marta del Castillo, Sandra Palo o el caso de Arriate tienen su raíz en un profundo machismo, creo que esas niñas no están ahora con nosotros porque en un momento determinado dijeron no y los varones no lo aceptaron, por eso, o se educa correctamente o tendremos problemas.


-¿Cuál es su opinión sobre el sexting -envío de contenidos eróticos por el móvil o la Red-?
-Los jóvenes tienen que saber que una vez que entras en internet la intimidad ha desparecido. Hay cámaras por todos lados, donde se graba todo y eso es muy peligroso.


-¿Echa de menos programas en la televisión que eduquen?
-Sí, hay que hacer programas muy específicos para niños. Hoy hay una televisión muy infantilizada para adultos, mientras que los programas infantiles no son para niños.


-¿Cree que se está abusando de programas soeces en horario infantil?
-Yo diría que hay programas vergonzantes y vergonzosos y que son lesivos tanto para niños como para adultos. Es grave generar un espectáculo de griterío, insultos, de relaciones que banalizan la sexualidad y el afecto, de denuncias de maltrato de personas que ya han fallecido.


-¿Los padres, con la excusa de la falta de tiempo, se están olvidando de sus hijos?
-No. Creo que los padres actuales son los mejores que ha habido en la historia. Es verdad que hay dificultades para conciliar, pero antes se creía que con dar de comer a un hijo ya estaba bien; pero ahora no, queremos que no sufra, que estudie idiomas, que sea feliz ... Hay un gran sentimiento de culpabilidad y creo que a veces es erróneo. Hay que enseñar a nuestros hijos que somos limitados, que lo intentamos hacer bien y a que daríamos la vida por ellos.


-¿Hay que reprender a un niño cuando hace algo mal?
-La sanción es parte de la educación, además a veces ésta debe ser dura, inmediata, coherente y que se cumpla.


-¿Qué se está haciendo mal para que ocurran casos como el caso de Marta del Castillo?
-Este caso es estadísticamente anecdótico. La gente cometería un error si cree que cualquier chaval es capaz de realizar un hecho bastardo como el que han cometido estos chicos. Yo he oído en los medios de comunicación que son chicos corrientes, normales, pero eso no es verdad, porque han demostrado una capacidad psicopática durísima, una capacidad de mentir altísima y una dureza emocional incompatible con la compasión, la sensibilidad e incapaces de pedir perdón. No se les puede tachar de monstruos, pero son chicos de riesgo. Espero que tengan una sanción durísima, pero no vale sólo con ella, el tema es que ellos tienen que sufrir emocionalmente y saber que lo que han hecho es irreversible.
Tienen que arrepentirse y llorar en lo que les queda de vida, pero para ello tienen que saber que lo que han hecho está mal, y para eso hay que trabajar mucho con ellos.
-¿Cree que la Ley del Menor se debe endurecer?
-Sí, aunque funciona bien. El 84% de los menores no reincide, ahora bien, para los casos de reincidencia en hechos graves sí habría que endurecerla, pero eso no hará que haya menos delitos. Es imprescindible que haya más sensibilidad y una mejor educación.

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