Antes que cerrar por vacaciones, Excéntrica Producciones lleva un verano de intenso trabajo. Al estreno de Esperando a Godot, en diciembre en el Teatro Central, se suma el 20 de septiembre la presentación de El gran inquisidor, cuento incluido dentro de Los Hermanos Karamazov, obra maestra del novelista ruso Fiódor Dostoievski, dirigida por Juan Carlos Malpeli y protagonizada por Gregor Acuña, que se representará en el Castillo de San Jorge de Triana hasta el 7 de octubre. "Es una oportunidad bestial montar esta obra en el lugar exacto en el que el escritor ruso situó la acción original cuando la escribió hace ahora más de 100 años", aseguró ayer el principal actor de la compañía.
Además, añadió, "hacer en el castillo de la Inquisición este monólogo del escritor ruso es algo muy sabroso, como que vuelve el inquisidor a Sevilla, y eso es algo muy llamativo", dijo. La obra cuenta una historia que transcurre en Sevilla durante los tiempos más terribles del Santo Oficio. Jesucristo habría regresado a la tierra para ser apresado y acusado de hereje.
El gran inquisidor, Fernando de Valdés, se enfrentará a solas en las mazmorras del Castillo de San Jorge de Triana al silencio del reo. "Esta obra plantea algo que la mayoría de los cristianos se habrán planteado alguna vez: ¿Qué pensaría Jesús, si volviese hoy, sobre el poderoso imperio que la iglesia ha levantado en su nombre?", se pregunta el actor. Al respecto de lo cual, Acuña afirma que "es una función muy difícil, pero a la vez muy gratificante al sentirme un poquito más útil, porque también es importante hacer reflexionar al público".
En el pasado, "destacadas personalidades del teatro como Klaus Kinski, George Tabori, Peter Brook y Patriche Chereau se han interesado por el texto, al descubrir su fuerza y su actualidad", expica el director del montaje, Juan Carlos Malpeli: "Con El gran inquisidor queremos homenajear a todos los seres que tratan, con todas sus fuerzas, de mantener su libertad". "Por eso -continúa-, cuando comenzamos a estudiar minuciosamente el texto nos dimos cuenta de que no era simplemente un texto más, si no que poséis un peso social muy actual, habla del ser humano en todas sus formas y dimensiones".
Las funciones, un total de doce, tendrán lugar de jueves a domingo, y se representarán en la que fue la casa del primer inquisidor, un espacio con un aforo para unas 40 personas, por lo que "va a ser una cosa muy exquisita y muy especial, muy de poner la piel de gallina", promete Acuña, quien estrenó El gran inquisidor en Córdoba y recientemente ha ofrecido dos funciones en las Noches del Palacio de la Buhaira en Sevilla. El montaje en el castillo dará especial relevancia al peso específico del espacio antes que a cualquier adorno superfluo.