La ciudad de Alcalá de Guadaíra construye a pie de la autovía Sevilla-Almería (A-92) un complejo funerario con el que pretende dar servicio a toda la comarca de Los Alcores. La nueva infraestructura incluye un tanatorio y un crematorio y la remodelación del actual cementerio del municipio.
El cementerio de San Mateo experimentará así una profunda transformación, ya que las dependencias actuales se han quedado obsoletas para una ciudad que se acerca a los 70.000 habitantes y unas poblaciones en la comarca que suman otros tantos.
En este sentido, ya están en marcha las obras para mejorarlo, como el retranqueo de la fachada principal -demasiado cercana a la vía de servicio de la A-92- y el sellado de la fosa común, así como la creación de otra y el derribo de las edificaciones existentes y su sustitución por otras nuevas que contengan al menos una pequeña oficina, servicios, vestuarios, almacén de utensilios y un hangar para el elevador eléctrico que se utiliza en los enterramientos habitualmente.
Más allá de estas obras, el proyecto del cementerio incluye la construcción del tanatorio y de un crematorio capaz de prestar servicio tanto al municipio como al resto de Los Alcores, y así evitar a los habitantes del entorno desplazamientos a Sevilla o a Dos Hermanas para atender los duelos, como ocurre ahora.
La empresa que se encargará de gestionar este complejo funerario es Intur Servicios Funerarios, del grupo Mémora, que invertirá en el proyecto más de tres millones de euros. Las obras tendrán una duración de 12 meses, aunque ya comenzaron el pasado mes de mayo en una parcela de propiedad municipal de 5.004 metros cuadrados.
Novedades . El recinto contará con prestaciones modernas como el depósito y custodia de ADN, servicios musicales en directo, horno incinerador de última generación, posibilidad de obtener diamantes a partir del cabello humano o ecofunerales, entre otras innovaciones. El edificio del tanatorio tendrá dos plantas, una para el público en general y otra para las oficinas.
Entre los objetivos de modernización del cementerio está también la necesidad de eliminar las barreras arquitectónicas así como la bajada de los costes de mantenimiento, ya que éste correrá a cargo de la misma empresa que gestionará el tanatorio, en lugar de hacerlo de forma directa el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra como ahora.
El inicio de estas obras no está exento de polémica, pues los sindicatos critican la "privatización" del cementerio. Los representantes de los trabajadores municipales solicitan mediante un escrito al alcalde, Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), la exclusión de la gestión del cementerio de la concesión del nuevo tanatorio.
Creen que el cambio de modelo de gestión supondrá "un aumento brutal de las tarifas por inhumaciones, lápidas o exhumaciones para mantener en todo momento el equilibrio económico y financiero de esta concesión encubierta".
