El polígono Hytasa, en el corazón del Cerro del Águila, constituirá un Parque de Industrias Culturales que contará con ayudas de 300.000 euros anuales. Según el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín y el director del INAEM, Juan Carlos Marset, es sólo del principio.
Del mismo modo en que el Proyecto Lunar ha trabajado decisivamente en la dinamización cultural de la zona de la Alameda y San Luis, el polígono Hytasa viene avisando en los últimos años de un potencial que no pasa desapercibido para nadie. Así lo dio a entender Marset ayer en la presentación del Parque de Industrias Culturales que tuvo lugar en el Teatro Salvador Távora ante numerosos rostros de la cultura sevillana, como Cristina Hoyos, Manuela Carrasco, Pepe Quero, Antonio Álamo, Antonio Pérez y Pedro Álvarez Ossorio, entre otros.
Que nadie espere, sin embargo, un proyecto con planos en tres dimensiones y fechas de solemne inauguración, pues, según Marset, este proyecto supone "el reconocimiento de algo que ya sucede": una concentración de empresas culturales, a las que "ahora hay que seguir aportándoles energía". Por ejemplo, los 300.000 euros anuales que el Ministerio de Cultura se ha comprometido a aportar en el periodo 2008-2012, destinados a la rehabilitación de espacios y equipamientos, como ya hiciera con Madrid o Barcelona.
"No se trata, como diría el líder de la oposición, de untar a nadie", subrayó Marset, "sino de proponer incentivos que van a exigir una corresponsabilidad por parte de sus beneficiarios". Esta idea entronca con el anuncio de crear en el Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM), a partir de 2009, una nueva orden de incentivos para toda España, de siete millones de euros, que se traducirán en ayudas a proyectos culturales privados -el llamado modelo sevillano, con tres millones y medio de euros-, ayudas reintegrables a iniciativas culturales, una vez que resulten rentables -el modelo barcelonés, con dos millones- y subvenciones a la música contemporánea -un millón y medio-, uno de los sectores de la capital hispalense en los que más fe tiene depositado Marset.
De este modo, el Ministerio espera que el tejido cultural existente en el Cerro del Águila vaya enriqueciéndose con grupos de teatro, compañías de danza, estudios de grabación, empresas musicales, y otras relacionadas con la creación, "convirtiéndose en un polo que compita con Londres, Berlín o Nueva York". Junto con los 300.000 euros, Marset afirmó que esta iniciativa se reforzará con la suscripción de contratos de programación con las salas, que vendrían así a sumarse a las ayudas periódicas que actualmente se conceden.
