Tercer Martes Santo consecutivo sin cofradías. El Dulce Nombre y Santa Cruz, las dos últimas hermandades del día, no han esperado siquiera al último momento para decidir. Apenas ha llovido durante la jornada, pero las predicciones meteorológicas empeoraban a partir de las 21 horas. El nuevo itinerario que la hermandad de Santa Cruz proyectó el año pasado seguirá inédito. El comisionado del Dulce Nombre tampoco ha querido arriesgar. Sólo el traslado de los titulares de los Estudiantes desde el Rectorado a su capilla ha regalado 20 minutos de pasos en la calle. Todas las hermandades han abierto sus templos para recibir la visita de los cofrades. La Candelaria, tras conocer el parte de la Agencia Estatal de Meteorología de las 18 horas que mantenía las previsiones de la mañana, decidió no salir a la calle. José María Cuadro, su hermano mayor, explicaba que, tras el rezo de un viacrucis con los hermanos y el desalojo del templo, la parroquia de San Nicolás de Bari abriría las puertas para recibir la visita de los sevillanos. El paso del Señor de la Salud luce por primera vez completamente exornado por lirios morados. Maruja Vilches, la primera mujer hermana mayor de una cofradía de penitencia en Sevilla, no se ha podido estrenar aún con la vara dorada en la hermandad de Los Javieres. Y es que en los tres últimos años, la lluvia ha impedido que Sevilla disfrute de sus pasos en la calle. La parroquia de la calle Feria abrió sus puertas a las 18 horas. Una vez que todos los nazarenos de San Benito, más de 1.500, y los miembros de las bandas que acompañan a los tres pasos de la hermandad de la Calzada pasaron ante sus titulares, la hermandad, según comunicó su hermano mayor, José Luis Maestre, que se estrenaba en el cargo, abrió sus puertas, a las 17.30 horas. La Virgen de la Angustia en su traslado a su capilla desde el Rectorado este Martes Santo. La lluvia impidió que la hermandad de Los Estudiantes saliera a hacer pública estación de penitencia esta tarde de Martes Santo, sin embargo los pasos del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Angustia han sido los únicos que han salido a la calle. El sencillo y emotivo traslado desde el Rectorado a su capilla han sido los únicos minutos de cofradía en esta jornada aciaga. La hermandad abrió las puertas de la capilla de 18.30 hasta las 21.30 horas. La hermandad de San Esteban se sumó rápidamente al Cerro y por tercer año consecutivo, además de para el Magno Viacrucis, esta cofradía ha tenido que quedarse en casa. En el primer año con Antonio Burgos como hermano mayor, tras tres de comisionado, esta corporación tampoco podrá hacer su estación de penitencia en la Catedral. Tras el rezo de las preces y un rato de intimidad para los hermanos, en el que la banda de las Cigarreras ha interpretado Amarguras y Desamparados en el interior del templo, la parroquia abrió sus puertas de 16.30 y a 21 horas. La hermandad del Cerro fue la primera en anunciar que no haría su estación de penitencia ante las inciertas previsiones meteorológicas que daban hasta un 95% de probabilidad de lluvia. Los hermanos recibieron la rápida decisión de la junta de gobierno con un aplauso en el interior del templo mientras que la decepción se apoderaba de los cientos de vecinos que aguardan en la puerta de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores y en la calle Afán de Ribera. Es el tercer año consecutivo en el que la cofradía se queda en casa. José Anca aún no se ha podido estrenar como hermano mayor en la calle. El Cristo de la Buena Muerte regresa a su capilla sin hacer estación de penitencia. "La Aemet nos dice que es un día muy complejo, no nos pueden precisar cantidad ni horquilla horaria ni duración en el tiempo", explicó José Anca, que, pese a llevar dos años sin salir y tener asegurado distintos puntos donde resguardarse (las iglesias de La Milagrosa, El Sol, la Catedral y hasta los Arcos de Capitanía), aseguró que solo ha pesado en la decisión "el día de hoy". Y es que el cortejo de esta cofradía, que recorre 11 kilómetros en su estación de penitencia, tiene kilómetro y medio de largo y "no es fácil poder resguardar a todo el cuerpo de nazarenos, entre los que hay 350 niños, en estos puntos". La parroquia de los Dolores abrió sus puertas a partir de las 17 horas para recibir la visita de todos los cofrades, una vez que las cuadrillas de costaleros dispusieron en el interior del templo los pasos del Cristo del Desamparo y Abandono y la Virgen de los Dolores de tal forma que facilitaba el acceso al mayor número de personas a la vez. "El año pasado llovía por la tarde y teníamos largas colas en la puerta de la parroquia. Queremos que la gente esté a resguardo", asegura el hermano mayor. La corporación celebraba este año el 25 aniversario de aquella memorable primera estación de penitencia a la Catedral que la convirtió en ejemplo para todas las nuevas hermandades.