Los propietarios de la Sala Cero quieren rehabilitar por completo el cine Cervantes, el espacio escénico más antiguo que sigue activo en Sevilla de forma ininterrumpida desde su inauguración en 1863, y que vuelva a ser un teatro de referencia para los grandes espectáculos comerciales que no suelen salir de Madrid y Barcelona.
La reforma, que respetaría el carácter clásico del interior pero crearía una rompedora entrada de aspecto contemporáneo, ha sido diseñada por el profesor de la Escuela de Arquitectura de Sevilla David Moreno y costará 3 millones de euros, por lo que la rehabilitación se ha planteado con tres años de plazo para conseguir la financiación que falta. El plazo de ejecución de la obra será de 18 meses pero no comenzará hasta dentro de otro año y medio, para estar concluida en noviembre de 2015, según explicó el director de la Sala Cero, Elías Sevillano.
El interior del actual cine, que recuperaría el nombre de Gran Teatro Cervantes, se ha diseñado remarcando "su esplendor clásico de antaño", con una ornamentación similar al actual y un patio de butacas de aspecto parecido, aunque totalmente renovado, ya que está muy estropeado tras años sin reformas. Tendrá capacidad para unas 700 personas. El aspecto clásico se verá potenciado por un panelado de madera en todas las paredes en sustitución del tapizado de tela. "Pero serán paneles de un material acústico, que además de darle un aspecto tradicional incluirá innovaciones técnicas que nos servirán para nuestros fines", explicó Sevillano.
Para la entrada, en cambio, se ha buscado el contraste: "Nos gustaba la idea de mezclar el patrimonio histórico con una entrada a la sala muy vanguardista, muy innovadora", en la que las líneas rompedoras marcarán la diferencia entre ambos espacios.
Además de buscar la colaboración de las administraciones públicas, los promotores no descartan patrocionios, asociaciones o incluso recabar dinero mediante crowdfunding, es decir, con pequeñas aportaciones de particulares a través de internet.
"Con la crisis no parece un buen momento, pero no es una inversión tan grande para la repercusión que podría tener", señaló Sevillano, que consideró "increíble que Sevilla no tenga un teatro comercial de calidad" que atraiga a los grandes espectáculos que en Madrid y Barcelona permanecen largo tiempo, pero a Sevilla "o no llegan o se quedan dos o tres días".
Su idea es atraer "una programación comercial pero de calidad, un teatro contemporáneo de prestigio" para el que está convencido de que hay público, no sólo de Sevilla y su área metropolitana sino del resto de Andalucía.
La inversión se haría de acuerdo con los propietarios del cine, y se amortizaría a cuenta del posterior alquiler del teatro, aunque la fórmula aún no está cerrada.
El proyecto no supondrá el cierre o el traslado de la Sala Cero, que seguirá funcionando de forma paralela, sino otro proyecto totalmente independiente.
