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El CHG se plantea cerrar Las Cruces antes de su apertura

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha expedientado a Cobre Las Cruces, la única mina abierta en Sevilla, por 20 sondeos ilegales que han contaminado el acuífero Niebla-Posadas. Los ecos del desastre de Aznalcóllar, del que se cumplen 10 años, todavía escuecen.

el 15 sep 2009 / 04:02 h.

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La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha expedientado a Cobre Las Cruces, la única mina abierta en Sevilla, por 20 sondeos ilegales que han contaminado el acuífero Niebla-Posadas. Los ecos del desastre de Aznalcóllar, del que se cumplen 10 años, todavía escuecen.

La CHG ha anunciado además que está revisando la autorización que le concedió al proyecto minero -a cargo de la multinacional canadiense Inmet- porque la construcción de la corta minera ha afectado a un acuífero.

Mina Las Cruces, ultima estos días la excavación de la mayor mina a cielo abierto de Europa, ubicada en los términos municipales de Guillena, Gerena y Salteras, cuyo perímetro supera los cuatro kilómetros y con una profundidad de 125 metros, muy próxima a la veta de mineral, mayoritariamente cobre.

El presidente de la CHG, Francisco Tapia, y el comisario de Aguas, Javier Serrano, explicaron ayer que el expediente incoado tipifica como "falta muy grave" la perforación de 20 pozos no autorizados en el fondo de la corta.

Este expediente puede conllevar una sanción de al menos 600.000 euros y se basa en que la perforación de estos sondeos ha contaminado -levemente, según los responsables de la CHG- aguas subterráneas del acuífero Niebla-Posadas, que atraviesa la corta.

La CHG ha decretado la inmediata paralización de estos sondeos. Si no lo hace la empresa lo hará la Confederación mañana. Además la revisión de la autorización que concedió a Cobre Las Cruces se produce porque una de sus condiciones era que no se afectase el acuífero Niebla-Posadas, el más importante del área metropolitana.

Ese acuífero se encuentra encima de la veta de mineral, por lo que la empresa se comprometió a implementar un sistema de bombeo que extrajera el agua para poder acceder al cobre y una posterior inyección que la devolviera al acuífero para no mermar sus reservas.

Los técnicos de la CHG han comprobado un "desequilibrio" entre los cálculos previstos por la empresa y las mediciones reales del acuífero, que supondría la pérdida de 10 litros por segundo.

La Confederación ha exigido a la empresa que aporte "un sistema alternativo" para solventar este problema y el periodo de alegaciones finalizó ayer.

Aunque el presidente de la CHG ha insistido en que estas medidas son "preventivas", ha calificado de "insignificante" el volumen de agua perdida o contaminada, y ha minimizado las denuncias de los ecologistas sobre el riesgo ambiental de esta mina.

El comisario de Aguas ha admitido por su parte que el proyecto "no es irreversible" y que puede clausurarse, como reclaman los ecologistas "porque ahora lo que hay allí es un agujero muy grande que se puede rellenar y tapar".

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