Con el tradicional chupinazo, que este año prendió la diputada y concejal de NaBai Uxue Barkos, comenzaron a las 12.00 horas del domingo los Sanfermines de 2008. Entre gritos y goras al santo, los pamploneses inauguraron nueve días de fiesta que empiezan con la tristeza de un accidente mortal.
Una temperatura fresca, el cielo con nubes y claros y un 60% de probabilidades de lluvia no impidieron que miles de personas, foráneas y visitantes, se dieran cita en la plaza consistorial de Pamplona y sus aledaños para participar en el inicio de esta fiesta internacional. "Pamplonesas, pamploneses, viva San Fermín. Iruindarrok, gora San Fermín" fue la frase elegida por Barkos para lanzar el cohete, una fórmula que no introduce novedades aunque, para la edil de Nafarroa, ser protagonista de un momento tan "mágico" no sólo es un "honor" sino también una "responsabilidad" para hacerlo de manera que agrade a todos.
Respondida con los vivas y goras de rigor, los cánticos festivos y la música se erigieron en protagonistas del momento y así seguirán hasta el día 14, aunque antes del cohete ya inundaban la plaza consistorial, que se convirtió, como cada año, en un mar de pañuelos rojos. Mientras, en el interior del Ayuntamiento los concejales de la suspendida ANV, Mariné Pueyo y Mikel Gastesi, intentaron colocar en un balcón una ikurriña, por lo que fueron desalojados del salón por agentes de la Policía Municipal.
Así comenzó un programa que durante 204 horas, hasta la medianoche del 14 de julio, incluye un total de 484 actos, de ellos 204 musicales, 214 dirigidos al público infantil, 30 taurinos, 8 institucionales y los 28 restantes de diversa naturaleza, y la gran mayoría de ellos con la calle como escenario, pues ella es el lugar y el centro de los Sanfermines.
La propia alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, indicó en el saludo del programa de fiestas que "cada día surgen en nuestra ciudad decenas de situaciones divertidas, apariciones espontáneas que nos recuerdan que los Sanfermines son unas fiestas de todos y para todos".
La nota triste de la jornada la puso el accidente mortal que sufrió un joven extranjero que falleció al caer desde la zona de las murallas de Pamplona. Además, un total de 89 personas fueron atendidas por la Cruz Roja, principalmente por cortes de vidrio y traumatismos, dentro del dispositivo sanitario instalado en la ciudad con motivo del chupinazo anunciador de los Sanfermines.
