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El cierre de Arance conlleva el despido de 191 trabajadores

De esa cifra, 79 están vinculados a los cinco establecimientos que el grupo tiene en Sevilla

el 07 feb 2012 / 21:39 h.

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Imagen de la protesta de un grupo de trabajadores de Arance en junio del año 2009.

El cese de actividad de la enseña sevillana de cerámica, baño y materiales de construcción Arance La Ballena, radicada en Valencina de la Concepción, que fue adelantado ayer por este periódico, supondrá el despido de un total de 191 trabajadores, de los que 79 están vinculados a las tiendas ubicadas en la provincia de Sevilla.

Así lo confirmaron ayer fuentes sindicales, que ya tienen en sus manos la documentación que justifica el cierre de los establecimientos -repartidos por todas las provincias andaluzas a excepción de Granada y Almería, así como en Madrid y Badajoz- y un expediente de regulación de empleo extintivo para la totalidad de la plantilla.

Detrás de esta decisión empresarial se hallan razones puramente económicas. La parálisis del sector de la construcción y la congelación del crédito por parte del sector financiero que, según las fuentes, no ha dado margen a la compañía sevillana que dirige la familia Arance para renegociar la deuda pendiente ni darle más oxígeno en forma de liquidez, son los motivos que rezan en los papeles que entre ayer y hoy recibieron los representantes sindicales de la empresa en los distintos centros. "La banca es el principal problema que tiene este país", apostillaron las fuentes.

De todas formas, y con el actual escenario, el desenlace no ha sido inesperado. Fuentes de los trabajadores admitieron que "se veía venir", puesto que la compañía ya planteó otros dos ajustes de empleo en los últimos años. Así, en 2009 presentó un ERE de carácter temporal por un periodo de diez meses para 93 empleados, mientras que en diciembre de 2010 se hizo efectivo otro expediente de regulación, en este caso extintivo, que supuso la salida de 39 trabajadores que desempeñaban sus funciones en los almacenes. Entonces, recordaron las fuentes, la indemnización pactada se situó por encima de los 20 días por año trabajado.

Aún no hay fecha para mantener una reunión entre las partes, aunque las fuentes recordaron que, tras la presentación del expediente de regulación de empleo, que daban ya por presentado ante las autoridades laborales, se abre ahora un margen de 30 días para negociar y pactar las indemnizaciones de los despidos.

En este sentido, los representantes de los trabajadores aseguraron sentirse "tranquilos" ante la reforma laboral en ciernes, ya que el ERE se ha presentado con la anterior normativa vigente, lo que hará que se regule bajo éstas y no con las nuevas directrices que, con toda probabilidad, aprobará el Consejo de Ministros este viernes.

Los técnicos de las centrales sindicales están revisando ahora los detalles contenidos en la documentación de la empresa para hacer una valoración y, sobre esa base, negociar las condiciones de los despidos.

En el caso de Sevilla, Arance cuenta con cuatro tiendas localizadas en Camas, Dos Hermanas, San José de la Rinconada y Sevilla, además del Factory y las oficinas centrales, radicadas en Valencina de la Concepción.

Las fuentes precisaron que la cuenta de resultados correspondiente a 2011 arroja varios millones de euros en pérdidas, que se vienen a sumar a los números rojos por importe de 3,9 millones de euros que la compañía cosechó en 2010 y los 3,6 millones, también en negativo, que se anotó un año antes, en 2009, según consta en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.

En 2010, último ejercicio contable del que existen datos auditados, el grupo contaba con una la plantilla de 198 trabajadores frente a los 254 del ejercicio precedente. Las ventas pasaron de los 38,39 a los 32,05 millones de euros y el endeudamiento financiero se situó en 16,7 millones, con otros casi 13 millones adeudados en el corto plazo. Mientras, los clientes le debían otros 2,4 millones de euros.

Este periódico trató de ponerse ayer en contacto con la empresa, aunque sin éxito.

Punto y final a casi tres décadas de historia

No debe ser un momento fácil para Martín Arance, que fundó junto a su hermano Matías en diciembre de 1985 la enseña de La Ballena, una compañía que llegó a ser líder nacional en la distribución de los productos necesarios para la construcción y decoración del baño, así como de pavimentos y revestimientos cerámicos.

En los albores de la crisis, Martín Arance, en una entrevista con este periódico, relataba cuáles habían sido sus orígenes. Era el mayor de cuatro hermanos y su padre le colocó como aprendiz en una tienda de cerámica en Sevilla. Dejó de estudiar y se puso con un burro y unas angarillas a vender por los pueblos. "Había que tirar para adelante con la familia pero a mí aquello no me gustaba mucho y montamos un polvero en el centro de Camas", recordaba.

Uno de los saltos fundamentales en la trayectoria de esta empresa sevillana fue sin duda el cambio de estrategia comercial para dirigirse directamente al cliente final, que le llevó en los últimos años a desarrollar un plan de expansión cuyo reflejo eran la treintena de tiendas propias repartidas por la geografía nacional, sobre todo en Andalucía -salvo Almería y Granada-, así como en Madrid y en Badajoz.

Tal fue el éxito empresarial que la enseña se embarcó en la franquicia como vía exógena de crecimiento.

"Austeridad, disciplina y transparencia" eran los valores más apreciados por Martín Arance, aunque no han resultado suficientes para sobrevivir a una situación de crisis que se ha prolongado en el tiempo sin visos claros de salida. La entrevista data de 2008.

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