En el primer lunes de blindaje, los trabajadores del Centro echaban humo. "¿Cómo voy a aparcar mi coche ahora para ir al trabajo?". Leonor no lo tenía muy claro, pero estaba convencida que el Ayuntamiento perjudica a la gente de los pueblos que trabajan en Sevilla. "Ahora tendré que dejar el coche fuera y venir en autobús", relató esta mujer, que deberá madrugar más de la cuenta y buscar un aula matinal para su hijo.
Y es que los más perjudicados en este proyecto son los trabajadores, según ellos, ya que no disponen de licencia para poder penetrar en la zona y aparcar su vehículo. Además, aunque la iniciativa fomenta el transporte público, los propios taxistas niegan esta posibilidad. "Con la limitación de 45 minutos todos vendrán al Centro, el tráfico empeorará y la gente no querrá usar el taxi, porque saldrá muy caro", protesta Antonio, taxista habitual en la plaza del Duque.
Los residentes también se muestran comprensivos. "Siendo egoísta, el plan es positivo para los que vivimos en el Centro, pero para los trabajadores no", explica Alejandra. Además, su pareja tiene una constructora en el casco histórico y, para él, supone un problema que los vehículos de su empresa no tengan acceso libre.
A algunos turistas les cogió por sorpresa el plan y no les dio tiempo a traducir lo que pone en los carteles, por lo que se dejaron llevar por su GPS, que no les advierte de esta limitación.
Para otros vecinos del extrarradio que visitan diariamente el Centro, como María, el nuevo plan no supone problema alguno. "Con 30 minutos es suficiente", manifiesta sin tener muy claro el límite de tiempo.
Otros que no saben muy bien el funcionamiento de dicho proyecto son los comerciantes del Centro y sus proveedores, que se lamentan porque ahora sólo tienen 45 minutos para cargar y descargar. En realidad, este sector no se verá perjudicado cuando las sanciones lleguen, ya que los vehículos de carga y descarga normal tendrán un horario de acceso propio, de 7.00 a 11.00 de la mañana y de 15.00 a 17.00 horas, mientras que el reparto a domicilio que presta servicio durante las 24 horas tampoco tendrá limites de entrada.
Eso sí, todos los vehículos deberán tener su acreditación para no ser multados con 70 euros a partir de diciembre, según la última fecha anunciada. Así, Luis, trabajador de una empresa de montajes eléctricos, explicó que no podrá venir más con su coche particular a pesar de que su empresa dispone de un garaje. "Ahora siempre tendré que acceder con la furgoneta para realizar los trámites".
Otros servicios especiales, como los de obras, también lo tendrán difícil. Según Jesús, trabajador de la construcción, cuando empiecen las sanciones "ya se verá". Este joven se enteró ayer por un compañero del nuevo plan del Ayuntamiento y no entendió el motivo por el que la Administración "pone obstáculos" a las empresas. Sin embargo, cree que la gente responderá ante las restricciones y que cuando se ponga en marcha, definitivamente, la gente "tirará piedras" a la veintena de cámaras, situadas alrededor del casco histórico, que comenzaron su ardua función de control la semana pasada.
Esta ordenación estará vigente entre las 8.00 y las 22.00 horas, de lunes a sábado, aunque los ciclomotores y motocicletas pueden circular sin restricciones. Sin embargo, para Francisco, residente del Centro, el proyecto llega en el peor momento. "Se deberían facilitar las cosas al comercio en lugar de construir una ciudad utópica".
