Rodríguez Zapatero y Rajoy volvieron a protagonizar ayer un duro enfrentamiento dialéctico en el Congreso. En cuanto el jefe de filas del PP ocupó su asiento para hacer su pregunta semanal a Zapatero, le acusó de no tener ni remota idea de cómo hacer frente a la crisis económica y de actuar de forma imprevisible, algo dañino para generar la necesaria confianza en la economía española. "Esto parece un circo y no tiene ninguna gracia, porque estamos hablando de cuatro millones de parados", le recriminó Rajoy.
Sus razones: entre otras, que el martes el PSOE iba a apoyar una subida de impuestos a las rentas más altas, de acuerdo con una iniciativa de IU-ICV, "a las 14.00 horas" y luego se retractó "a las 18.00 horas", o sea, hasta que CiU garantizó a los socialistas una valiosa abstención en la votación de hoy del techo de gasto para 2010. Pero a Zapatero no le parece que haya cosas imprevisibles en su política económica, y de hecho ha enfatizado su compromiso para avanzar hacia la estabilidad fiscal en 2012.
Y además, el Gobierno "lo que ha hecho en estos años, es superávit y bajar los impuestos", afirmó con contundencia el líder del PP. A pesar de las discrepancias, Rajoy y Rodríguez Zapatero se unieron ayer por los incidentes que ambos han sufrido con el transporte aéreo. Al accidente de helicóptero que sufrió el popular junto a Esperanza Aguirre en 2006, ayer se sumaron los problemas que tuvo el Falcon de Zapatero el martes para despegar de la capital de Togo.
