Después de más de dos años desde que 124 claustrales pidieran formalmente la modificación del sistema de elección de rector, la mesa del parlamento universitario tiene el mandato de convocar con «celeridad» un debate monográfico sobre el cambio del modelo actual en manos del Claustro al sufragio universal ponderado.
Puerta del Rectorado en la antigua Fábrica de Tabacos de Sevilla. / Antonio Acedo
La Universidad de Sevilla es la única institución que en la adaptación en 2007 de sus Estatutos a la Ley Orgánica de Universidades (LOU) se decantó por la elección del rector solo por los miembros del claustro, elegidos democráticamente por todos los miembros de la comunidad universitaria.
La Hispalense, entonces dirigida por Miguel Florencio, decidió enterrar la elección por sufragio universal ponderado Florencio se midió en las urnas al catedrático de Derecho Manuel Ramón Alarcón tras una «mala experiencia» con el citado sistema. Desde entonces, y han pasado siete años, no ha habido claustro en el que no se haya reivindicado una modificación estatutaria para derogar el vigente sistema de elección. Hace tan solo un mes, empezó a reunirse la comisión de proyectos normativos, la encargada de abordar el cambio. No fue hasta ayer que tomó la decisión de que sea el Claustro el que debata sobre el asunto. Previamente, dicha comisión había votado la propuesta de los 124 claustrales y el resultado fue nueve votos en contra del cambio de modelo y cuatro a favor. El rector, Antonio Ramírez de Arellano, se abstuvo, según confirmaron a este periódico fuentes académicas.
Pero el asunto se consideró de tal «envergadura», en palabras de una de las participantes en la reunión, Rosa López (representante por ADIUS, asociación que impulsó la propuesta) que la comisión puso encima de la mesa la posibilidad de que fuera el Claustro el que se pronunciara. El rector pidió que la decisión se adoptara por unanimidad y así se hizo.
Llegados a este punto, ahora es la mesa del Claustro la que tiene que fijar los plazos. La intención es cerrar la Universidad por vacaciones con esta asignatura aprobada. Eso implicaría que antes de la primera mitad de julio tendría, primero, que reunirse el Claustro y, después, producirse la votación. El rector Ramírez de Arellano ha sostenido desde que ganó las elecciones en solitario hace dos cursos que no era el momento de abordar este asunto. ¿Qué es lo que ha cambiado entonces? Pues han cambiado sencillamente las prioridades del Gobierno central, explican fuentes universitarias. Ya no hay tiempo para ejecutar la reforma que tiene encima de la mesa desde hace más de un año el ministro Wert y que prevé, entre otras cosas, el cambio de modelo de gobernanza de la Universidad. Las elecciones se otean en el horizonte y la hoja de ruta del Gobierno del PP para los próximos meses no pasa por calar este melón.
En estos momentos pues, abordar el debate sobre el cambio de modelo de elección de rector no es una amenaza, aunque desde el Rectorado se es consciente de que genera una «fractura» entre la comunidad universitaria. Las fuentes consultadas resaltan que cualquiera de los sistemas de elección (o por el Claustro o por el sufragio universal ponderado) son «perfectamente válidos», con sus «pros y contras», y que la discusión no podía postergarse por más tiempo.
La asociación ADIUS fue la impulsora de la medida junto con el Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (CADUS). Ayer, una de sus representantes en la comisión de proyectos normativos, Rosa López, adelantaba que su organización realizará una campaña de sensibilización dentro del Claustro para que sus miembros terminen apoyando un cambio de modelo de elección del rector al entender que el sufragio universal poderado garantiza más participación, debate y más candidatos.
