El clero sevillano puede presumir de una relativa lozanía. La edad media de los sacerdotes en Sevilla es de 58,9 años, casi cinco años menor al promedio de los curas españoles que, según la última estadística de la Conferencia Episcopal Española, es de 63,3 años.
Aunque resulta muy difícil establecer con exactitud una cifra, en la Archidiócesis de Sevilla, según el último censo de este mes de diciembre, hay un total de 580 sacerdotes en activo, divididos a su vez en 411 sacerdotes diocesanos, 12 extradiocesanos -incardinados en otras diócesis pero que desarrollan su tarea pastoral en la de Sevilla-, 108 religiosos -están dentro de su congregación y dependen del superior provincial-, 36 sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei y 13 sacerdotes de Vida Apostólica (sociedades de hombres o de mujeres que viven en común sin votos y aspiran a la perfección de la caridad).
Teniendo en cuenta que en la provincia de Sevilla, según el Instituto Nacional de Estadística de enero de 2009, hay una población de 1.900.224 habitantes, podría colegirse que cada sacerdote podría atender de media a cerca de 3.276 personas -si todas profesaran la religión católica-. No obstante, el secretario general y canciller de la Archidiócesis de Sevilla, Carlos González Santillana, considera irreal esta cifra, ya que entre los censados no se contabiliza a la población universitaria flotante en Sevilla, a la población reclusa que es atendida pastoralmente y a un cierto sector de la población inmigrante. "Seguro que entonces nos iríamos por encima de los dos millones. En ese caso, cada sacerdote podría llegar a tener a su cargo una media de 3.448 personas".
Obviamente, hay parroquias en las que esta circunstancia se ve agravada por una mayor concentración poblacional. Es el caso, actualmente, de la de Montequinto, "una de las mayores de la diócesis", donde el extraordinario crecimiento de la población ha obligado al Arzobispado a proyectar la creación de una segunda parroquia. Por similares circunstancias, durante el último año y medio se han creado en la diócesis otras tres parroquias: la del Buen Pastor de Los Palacios y Villafranca, la de Nuestra Señora de Lourdes y San Juan de Dios en Bormujos, y la de San Carlos Borromeo en la capital sevillana. Con estas incorporaciones, la Archidiócesis cuenta con 258 parroquias, de las que 88 se concentran en la capital.
¿Pero hay más o menos sacerdotes que hace unos años? Numéricamente, el número de presbíteros en Sevilla se mantiene e incluso tiende a crecer. González Santillana apunta que "al menos en la Archidiócesis de Sevilla podemos decir que el sacerdocio se está manteniendo gracias a que últimamente hemos tenido las ordenaciones más numerosas de los últimos años". No obstante, advierte de que "esto puede tratarse de un espejismo, por cuanto también tenemos un volumen muy grande de sacerdotes mayores de 75 años, y esto puede provocar que en poco tiempo, por ley de vida, el número de bajas por defunción pueda superar al de las incorporaciones". En concreto, 115 de los 580 sacerdotes sevillanos son mayores de 75 años, lo que supone un "preocupante" 19,8% del total. En contraposición a este dato, una lectura esperanzadora de la estadística de edad del sacerdocio en Sevilla evidencia que 19,4% de los curas sevillanos tiene menos de 40 años.
¿Y es suficiente el número de 580 sacerdotes para una Archidiócesis como Sevilla? El secretario general y canciller del Arzobispado así lo cree. "Sevilla no puede descuidar ni un instante la pastoral vocacional y el fomento de la vocación entre los jóvenes. No podemos afirmar que éste sea un tema que no nos preocupe, pero también es verdad que tenemos que dar gracias a Dios de que nuestra situación no es tan difícil como en otras diócesis. Y la prueba es que podemos dejar atendidas todas las parroquias, que no es poco". González Santillana cree que "si algo positivo está aportando la situación de crisis de vocaciones que afecta a la Iglesia española es que supone un llamamiento a la responsabilidad por parte de los laicos".
Toque de atención al clero para evitar el escándalo. En su primera carta pastoral como responsable de la Archidiócesis hispalense, el arzobispo Juan José Asenjo recuerda al clero sevillano que no debe frecuentar los lugares que ordinariamente y especialmente en los fines de semana frecuenta la juventud "no sólo por evitar el escándalo de los fieles (...) sino también porque los frutos apostólicos son escasos o nulos". Por contra, el prelado les invita a recuperar el rezo del Santo Rosario y a ejercer la virtud de la pobreza y el amor a la cruz.
