La lesión de Jorge Molina, la baja de Jonathan Pereira hasta enero y la reducción de la nómina de delanteros a uno solo, Rubén Castro, han hecho que el Betis se esté planteando la posibilidad de fichar un delantero. El mercado se cerró el 31 de agosto, pero la normativa ampara al club, que en un momento dado podría dar de baja a Odonkor porque difícilmente podrá jugar en muchísimos meses por culpa de un virus de quirófano. El caso es que Pepe Mel sueña con tener otro 9 y ya comentó el viernes que dispone de un informe del médico sobre el extremo alemán, aunque en la entidad hay más cautela y fuentes del consejo aseguran que todavía no hay ningún documento así y que lo están esperando para decidir.
Las alternativas que da el mercado, no muy numerosas y por supuesto de incierta fiabilidad. también inducen al Betis a moverse con mucha prudencia en este capítulo. Ofrecimientos han llegado, por ejemplo el de Guille Franco, ex del Villarreal y sin sitio en el West Ham inglés, o el del polaco Janczyk, cedido por el CSKA Moscú en el Germinal belga, pero la edad o las exigencias económicas complican todavía más cualquier operación.
EL CASO DE JUAN MORENO. En el filial también hay un delantero cuyo nombre ha sido mencionado por Mel, aunque el chaval en cuestión está lesionado. Se trata de Juan Moreno, un atacante de 26 años que llegó por recomendación directa de Antonio Tapia. Existen ciertas dudas sobre su disponibilidad para el primer equipo, pero el caso está claro. Puede ponerse a las órdenes de Mel (en cuanto se recupere de su lesión, claro está) y sólo hay un inconveniente: si juega más de diez partidos ya no podría retornar al filial, porque es mayor de 23 años.
