Es posible que 20 años no sean nada, como dice el tango, pero 40 dan para mucho. Los primeros colonos que llegaron desde todos los rincones de Andalucía para construir un pueblo en medio de un páramo de la marisma, han celebrado ahora en la pedanía palaciega de Maribáñez las cuatro décadas de aquel colegio en que sus hijos aprendieron en su día los palotes y sus nietos navegan hoy por internet.
El año en que Neil Armstrong pisaba por primera vez la Luna y Salomé nos representaba en Eurovisión con una canción que no llegaba a terminar, varias decenas de colonos de las inmediaciones del pantano de Iznájar (Córdoba) y de otros puntos de Andalucía arribaban en el fértil llano que dos milenios atrás fue el poblado romano de Searus y que tan sólo unos meses después se convertiría en el poblado de Maribáñez, dependiente de Los Palacios y Villafranca.
Llegaron con lo puesto, en una camioneta cargada de ilusiones. Pero no tardaron en hacer germinar las calles, las casas blancas y los grandes corrales. Luego levantaron el primer bar, el economato y hasta una iglesia. Y a los niños hubo que llevarlos a la escuela. Aquel colegio, que no escogió otro nombre que el del mismo poblado, se fue vivificando con los juegos infantiles y los presupuestos públicos y hoy, 40 años después, también tiene una historia que contar.
La contó hace unos días, en un ciclo conmemorativo que incluía una exposición fotográfica, otra documental y otra más de materiales clásicos de la escuela, con los que aprendieron generaciones hasta llegar a esta última que disfruta de la consideración TIC de su colegio, con un ordenador conectado a la red. A esas exposiciones se sumaron recitales poéticos, jornadas gastronómicas y conferencias o coloquios sobre la historia del centro y de la cooperativa San Isidro, que agrupa a los agricultores del poblado y que fue la impulsora económica de su desarrollo.
El colegio cuenta actualmente con 160 alumnos y 17 maestros y ofrece educación Infantil, Primaria y el primer ciclo de la ESO, es decir, a niños de entre 3 y 14 años. El alcalde, Antonio Maestre (PSOE), ha reconocido "la ingente labor de cuantos han participado en este proyecto educativo en esas cuatro décadas", entre los que citó a directores, profesores, padres y, sobre todo, alumnos, "que son el alma de todo lo construido". La directora del centro, Monserrat Martínez, por su parte, ha destacado que "materializar tantos años de vida se hace difícil pero con una comunidad educativa dinámica como la nuestra, es una tarea emocionante", porque todos "han aportado con su participación para recuperar la memoria de nuestra escuela" y "ahora cada cual deberá completar esa breve semblanza con sus recuerdos y vivencias".
El regidor subrayó la aprobación de la reforma integral del colegio: se levantará un nuevo centro de casi 500 metros cuadrados con seis aulas y una sala de reunión para el AMPA. Tendrá una inversión de 500.000 euros, que vendrá del Plan 5.000 del Gobierno.