Otro colegio de Camas con problemas. Al centro Raimundo Lulio se une ahora el colegio de Educación Infantil y Primaria La Colina, que está lleno de grietas, que cada vez van a más.
En un principio las fisuras se centraban fundamentalmente en las pistas deportivas, pero ahora las rajas llegan ya hasta el edificio y más en concreto a la sala de profesores, según denunció ayer la secretaria de la Asociación de Padres y Alumnos (AMPA Nuevo Milenio), Susana Carvallo González.
Su preocupación se acrecienta ante la pasividad de la Delegación Provincia del Educación, que sigue sin invertir los 800.000 euros que necesita el centro para reparar todos los daños que sufre. Lo peor, según Carvallo González, «es que Educación ya ha anunciado obras en colegios de otros municipios que son más nuevos que el nuestro». Esta queja se debe también a que el delegado provincial de Educación, Francisco Díaz Morillo, en septiembre visitó el centro y dijo que los trabajos para la puesta a punto del edificio eran fundamentales, «pero todavía no se ha hecho nada».
El temor de estos padres es que si es que no se actúa con urgencia el colegio puede derrumbarse, «lo que pueda obligar a que los alumnos tengan que ser desalojados y realojados en otros centros del municipio». Una opción que no les convence, porque, según explicó la secretaria de la AMPA, los escolares tendrían que ir a clase por la tarde, desde las 16.00 hasta las 21.00 horas, «un horario nada apto para niños tan pequeños». A eso se une que acarrearía muchos inconvenientes para las familias: «¿Qué hacen los padres que trabajan con los niños por la mañana?», se pregunta Susana Carvallo.
Otra alternativa que se barajaba, pero que ya se ha descartado, según esta madre, era reubicar a los escolares en el colegio Cervantes, «pero al final se ha desechado esta opción, porque el centro es pequeño y como está en mal estado para adecuarlo también se requeriría una inversión muy grande».
Por ello, antes de que el deterioro del colegio vaya a más, la AMPA Nuevo Milenio quiere que se adopten medidas que contribuyan a que el colegio reúna unas condiciones mínimas de seguridad.
Y es que las grietas son tan grandes en las pistas deportivas que entra la pierna de un niño. Carvallo González reconoció que las zonas que están en mal estado están protegidas para evitar el acceso de los menores, «pero hay huecos por los que se pueden meter, lo mismo que ocurre con la valla que está derrumbada por donde entran cabras, ladrones, y los pequeños se pueden escapar».
El problema de este colegio de la zona alta de Camas, que tiene unos 30 años, es que está construido sobre un terreno arcilloso.
La secretaria del AMPA admitió que ayer un técnico del Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) quien les aseguró que el colegio por ahora no corre peligro de derrumbe, «pero apostilló que todo dependerá de la climatología».
Por el momento, los padres de los cerca de 400 alumnos que estudian en el colegio La Colina no realizarán medidas de protesta, el AMPA lo que ha decidido es abrir una buzón de sugerencias para entre todas elegir cuáles son las mejores medidas a seguir y que sean las más efectivas para convencer a la Delegación Provincial de Educación para que actúe con urgencia.
