Crimen en la villa ducal es una historia de crímenes ambientada en Osuna y en cómic. El editor Pedro Tabernero (Sevilla, 1951) publica de este modo su primera historieta como guionista, con viñetas del dibujante estadounidense Rick Geary, eligiendo un municipio que conoce bien y con el que mantiene mucha vinculación.
Editado por Grupo Pandora en pequeño formato y encuadernado en tela, se ofrece como el primer título de la Colección Miranda, en alusión al protagonista de esta primera historia, un editor gráfico llamado Daniel Miranda que tiene la peculiar costumbre de hacer un único ejemplar de cada libro, por considerar cada uno de ellos como un "bien exclusivo".
Crimen en la villa ducal cuenta con un prólogo del prestigioso escritor José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1926), quien, como aficionado al cómic, se refiere a este guión de Tabernero "como una sugestiva historia que sintetiza toda una peculiar filosofía de la vida en contraste con los modos sevillanos".
El guionista, en declaraciones a la agencia Efe, eludió concretar si los próximos números de la colección serán también suyos o si pasará el relevo de las aventuras a otros autores o dibujantes. Como director gráfico, produce y coordinada colecciones de cómic como la publicada sobre los conquistadores de América con motivo del V centenario.
También dirigió la revista Rumbo Sur y los concursos de selección de la mascota y el cartel de la Exposición Universal de 1992 en Sevilla. Hacía años que pensaba estrenarse como guionista y lo hace ahora eligiendo a uno de sus dibujantes favoritos.
Tras haber dirigido la edición de algo más de 500 publicaciones, asegura: "No quería dejar pasar más tiempo sin mostrar algunas de mis inquietudes en el terreno narrativo; ésta es sólo una incursión accidental en una manifestación artística de primera magnitud, como es el cómic, que no debe inquietar a los autores profesionales ni a los críticos, porque continuaré con mi trabajo de editor, como hasta ahora".
En cuanto al autor de las viñetas, nacido en 1946, está considerado uno de los padres del underground y fue protagonista de distintas fases de la vanguardia norteamericana gráfica, además de colaborador habitual de la revista de humor estadounidense National Lampoon.
Para esta ocasión, presenta un total de 504 viñetas, que se distribuyen en 55 páginas, a nueve por cada una, para esta novela gráfica, como prefiere llamarla el guionista, ya que las mismas se reproducen sin bocadillos de diálogo, sino con un breve texto de la narración al pie de cada una de ellas.
