Y todo ello después de que los 29 alcaldes de la zona pertenecientes a la Mancomunidad alcanzaran hace un mes un consenso. Los trabajadores habían asegurado que de no existir esa unanimidad se opondrían a la fusión, ya que la división supondría desmembrar el servicio hidráulico del Aljarafe y la pérdida de empleos.
En está reunión se decidió que el proceso de fusión se debería ajustar al protocolo aprobado en septiembre de 2008. Según señalan fuentes de Aljarafesa, en éste se contempla que el modelo de gestión que se debe implantar es el de la entidad aljarafeña, dado que su condición de empresa consolidada, lo que le da más garantías de liderazgo. También incluye el protocolo que la deuda del Huesna, cifrada en unos 142 millones, no podrá repercutir en Aljarafesa ni en sus usuarios, y que será el Huesna quien tendrá que hacer frente a su situación económica actual.
El comité de empresa de Aljarafesa destaca el clima de consenso que se estableció durante la reunión, en la que todos los alcaldes de la comarca, independientemente del partido político al que pertenecieran, afirmaron su disposición a defender la perdurabilidad de la Mancomunidad del Aljarafe y Aljarafesa como modelo de gestión que se quiere implantar por la Diputación de Sevilla en la provincia, acordando, al mismo tiempo, facilitar a los Ayuntamientos pertenecientes al consorcio del Huesna y a cualquier otro de la provincia, su incorporación a este modelo.
Los trabajadores destacan que no permitirán solución alguna de fusión que no esté sustentada en el consenso de todos los Ayuntamientos, ya que cualquier otra opción es una aventura que supondría un riesgo para la calidad del servicio y sus trabajadores. "No sería lógico sustituir a una entidad consolidada y solvente, que ha demostrado su gestión durante los últimos 40 años, por otra que podría arrastrar serios problemas económicos y por tanto la viabilidad de Aljarafesa y la garantía de muchos empleos, a lo que los representantes de los trabajadores no están dispuestos", afirman en una nota.