Susana Díaz no despeja su futuro pero deja claro que su prioridad es Andalucía

La líder andaluza llama a la calma a los dirigentes provinciales y les transmite que su misión política está, de momento, en la presidencia de la Junta. Siguen sucediéndose las declaraciones de los dirigentes nacionales que miran a la secretaria general del PSOE andaluz como la tabla de salvación.

el 27 may 2014 / 13:25 h.

La secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz (i) y la presidenta del partido, Micaela Navarro, al comienzo de la reunión que celebra esta tarde en Sevilla la ejecutiva regional de este partido. EFE/Julio Muñoz La secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz (i) y la presidenta del partido, Micaela Navarro, al comienzo de la reunión que celebra esta tarde en Sevilla la ejecutiva regional de este partido. EFE/Julio Muñoz «Mi prioridad es Andalucía, ya lo saben». Es el único mensaje que ha transmitido, de momento, la presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, que este martes se reunió en un almuerzo con los secretarios provinciales de su partido antes de dirigir la primera reunión de la ejecutiva regional tras las elecciones europeas. Este miércoles comparecerá en abierto para los medios ante el grupo parlamentario socialista en el Parlamento andaluz. Es el mensaje que ella ha trasladado y el que todos los dirigentes de su partidos repiten hasta la saciedad. La presidencia de la Junta de Andalucía y su «compromiso con los andaluces» están por delante de cualquier otra aspiración política. ¿Significa esto que no va a presentarse a la Secretaría General del PSOE? Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Esa puerta sigue entreabierta a la espera de que discurran los acontecimientos. Si es o no compatible presidir el Gobierno andaluz y llevar las riendas del Partido Socialista es una cuestión que depende de quién la responda. Muchos dentro del partido en Andalucía no lo ven compatible. Otros tantos consideran que sí es un escenario posible y factible. Los socialistas andaluces no quieren que nadie les marque los tiempos políticos en una encrucijada de esta magnitud y recalcan que la mayoría de los nervios o las presiones llegan desde Despeñaperros hacia arriba. Piden poder disfrutar y digerir sus buenos resultados en las europeas, con una pérdida importante de votos pero diez puntos de ventaja sobre el PP. Aquí habrá calma y silencio hasta que Díaz ordene lo contrario. Si solo 24 horas después de que Alfredo Pérez Rubalcaba haya anunciado su marcha y la convocatoria de un congreso federal extraordinario los días 19 y 20 de julio, alguien esperaba que la dirigente despejara con rotundidad su futuro político, se equivocaba. La llamada de ayer fue a la calma y a no anticiparse. Quedan muchas incógnitas por despejar, advierten al unísono los dirigentes del partido en Andalucía, que respaldan sin fisuras la decisión que finalmente adopte la secretaria general. Las prisas no van a acompañar al PSOE andaluz ante un congreso en el que sienten que son determinantes y tienen la sartén por el mango. Las hipótesis son muchas. Casi todas están abiertas. Nadie descarta que Díaz finalmente opte a la Secretaría General pero tampoco que haga valer su peso y el de su federación desde la Presidencia del PSOE y formando tándem con otro líder. Díaz trasladó a los ocho secretarios provinciales –solo se ausentó el de Málaga por tener compromisos en el Congreso– lo mismo que dijo a los periodistas a su llegada a San Vicente y exactamente lo mismo que aseguró dentro de la reunión: su compromiso prioritario es Andalucía. A partir de ahí, es decir con la premisa de que no renunciara de forma inminente al Gobierno andaluz, caben todas las posibilidades y dependerá, en gran medida, de cómo respire el PSOE que, de momento, sigue mirando a la líder andaluza como su tabla de salvación más fiable y con más garantías. La reunión de la ejecutiva se prolongó durante dos horas y hubo hasta nueve intervenciones. Varios asistentes a la cita aseguraron que nadie preguntó directamente a la líder andaluza sobre su futuro político. Se analizaron los resultados electorales y se dejó claro que ante el futuro congreso federal, el PSOE andaluz jugará «con fuerza y responsabilidad». Sea desde la atalaya que sea, la Presidencia del partido o la Secretaría General, los socialistas andaluces sostienen que ellos son, más que nunca, el corazón del partido y quieren dirigir el proceso de relevo de Rubalcaba. «Hay tiempo», repetían los más veteranos. Díaz sigue pensándoselo.

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