José Antonio Bosch charla con Arzu y Fernando Vega en la comida de la semana pasada.
Muchos béticos, y también muchos jugadores, están preocupados por el futuro del equipo y del club desde el mismo momento en que entró en concurso de acreedores. Las dudas son lícitas y comprensibles, pero la antigua suspensión de pagos no equivale obligatoriamente a debacle deportiva, aunque ahora mismo lo parezca por el devenir del Betis en el último mes y medio. La Ley Concursal está de moda en el fútbol español desde hace unos años y entre la veintena larga de precedentes hay ejemplos de éxitos alcanzados en medio de una situación tan delicada.Que el concurso de acreedores no tiene por qué ser una excusa si el equipo no alcanza sus objetivos se comprueba viendo la experiencia del Levante, el Málaga o el Granada. Los dos primeros ascendieron a Primera mientras su gestión estaba judicializada y el conjunto andaluz, que dejará de estar en concurso el 1 de abril, subió el pasado verano a Segunda en pleno proceso. La Real Sociedad, por poner otro ejemplo, consiguió medio ascenso mientras estaba en concurso (dejó de estarlo en enero de 2010). El Celta también abandonó el concurso el año pasado y ya está peleando por el ascenso; Las Palmas pasó de Segunda B a Segunda en cuanto dejó de estar en situación concursal; y el Sporting no sólo ascendió a Primera un año después de firmar el convenio de acreedores, sino que ha adelantado el pago de buena parte de sus deudas por el simple hecho de estar en Primera.
También hay fiascos vinculados a la concursal. El Murcia, en concurso desde febrero de 2009, bajó a Segunda B; el Xerez descendió a Segunda a los seis meses de entrar en concurso, aunque su reacción con Gorosito fue precisamente tras la llegada de los administradores; el Alavés bajó a Segunda B y el Linares, quizá el caso más extremo, desapareció en julio de 2009 debido a la falta de acuerdo con los acreedores. Lo mismo podría ocurrirle al Lleida, ahora en Segunda B y en concurso desde el año pasado.
De los 42 equipos que están ahora en Primera y Segunda, doce han estado o están en concurso de acreedores. No se cuenta al Rayo, que lo ha anunciado pero aún no dispone de la autorización del juzgado correspondiente. Esos clubes son Las Palmas (el primero que se acogió a la ley, en 2004), la Real Sociedad, el Levante, el Málaga, el Sporting, el Mallorca; el Betis, el Recreativo, el Granada, el Celta, el Xerez y el Albacete. La lista se amplía con muchas entidades ahora en Segunda B o Tercera: Cádiz, Poli Ejido, Jaén, Algeciras, Mérida, Badajoz, Cultural Leonesa... Y también se lo pensaron o lo esquivaron por poco el Valencia, el Zaragoza, el Racing, el Elche, el Nástic, el Córdoba... En Europa sólo ha habido un club en concurso que no es español: el Portsmouth inglés.
