M. J. F. / R. V.
Un hombre de 63 años falleció ayer al empotrarse el coche que conducía con un autobús urbano que se encontraba estacionado en una parada de Tussam a la altura del número 33 de Luis Montoto. La autopsia que se le practicará hoy al cadáver desvelará si el fallecido perdió el control de vehículo por desvanecimiento o por un infarto.
El accidente se produjo a las 19.43 horas. Según informaron ayer fuentes del Cecop, el turismo -un Wolsvagen Passat- colisionó con la parte trasera de un autobús de línea 24 de Tussam que en ese momento recogía a pasajeros en una de las paradas de la avenida de Luis Montoto. El conductor, único ocupante del vehículo y que responde a las iniciales J.M.D.G., murió en el impacto, según confirmaron los efectivos del 061 que se trasladaron a la zona.
Ni el conductor ni los pasajeros del autobús siniestrado sufrieron daño alguno. La Policía investiga las causas del impacto, aunque todo apunta a un desvanecimiento del conductor. La autopsia tratará de arrojar una explicación a este accidente mortal que viene a engrosar la lista de incidencias en el tráfico sevillano en las últimas semanas.
Sin culpa municipal. Sólo fue una coincidencia en el tiempo. La oleada de atropellos ocurridos en la capital no tiene ningún nexo en común que pueda implicar responsabilidad municipal. Eso es lo que ha concluido la Fiscalía de Sevilla tras examinar los atestados policiales. Cinco atropellos, dos de ellos mortales, en tan sólo diez días. Esta cadena de atropellos, ocurridos entre el 15 y el 25 de octubre, fue lo que llevó a la Fiscalía de Seguridad Vial de Sevilla a cuestionarse si había una posible conexión entre ellos, como algún tipo de negligencia en la señalización. Por ello, el fiscal coordinador, Luis Carlos Rodríguez León, solicitó los atestados de los accidentes a la Policía Local para comprobar si existía algún tipo de responsabilidad del Ayuntamiento.
Sin embargo, tras analizar cada uno de los atestados policiales, el fiscal ha concluido que fue "mera casualidad en el tiempo" y que no existe ningún nexo en común. Por tanto, Rodríguez León, en vista de los resultados, ha decidido dar por cerrada la investigación y no abrir diligencias por posible negligencia contra algún responsable municipal.
Según el fiscal, los accidentes se debieron a diferentes imprudencias por parte de los implicados que, "se resolverán vía judicial de forma independiente y por su cauce normal". La única anomalía que detectó el fiscal fue el tiempo de duración del semáforo de La Encarnación, algo escaso, aunque fue regulado con más tiempo tras el accidente del 15 de octubre, en el que una joven perdió un pie tras pasarle por encima un camión. Éste fue, precisamente, el primer accidente de un total de cinco -a los que hay que sumar otro ocurrido con posterioridad, en noviembre-.
