Los gorrillas que quieran irán a centros de acogida. El Ayuntamiento anunció ayer que va a tramitar un proyecto para la habilitación de centros de acogida destinados a los aparcacoches ilegales, después de que una asociación de vecinos de Bami, una de las zonas más afectadas por este fenómeno, presentara esta propuesta en la junta municipal del Distrito Sur de diciembre.
Esta sugerencia a la ordenanza antivandálica fue aprobada por unanimidad, y ahora el Consistorio deberá definir cómo ejecutarla de cara a su aprobación en el Pleno municipal.
La ordenanza ya preveía la posibilidad de que se ofreciera a los gorrillas el acceso a medidas sociales de reinserción, aunque siempre con su consentimiento, lo que se preveía difícil por el grado de deterioro de la mayoría de ellos.
Por ahora, los gorrillas sólo han notado la aplicación de la ordenanza en varias ofensivas de la Policía Local para imponer multas, que en general no se espera que paguen al ser insolventes.
Los vecinos realizaron esta propuesta dada la "mostrada ineficacia" de la actuación municipal contra los gorrillas, según dijo a Europa Press el presidente de la asociación Bami Unido, Antonio Núñez.
El portavoz vecinal afirmó que "estas criaturas siguen igual, y en estos días de frío y lluvia da pena verlos tirados por las calles", pero dudó de la eficacia de las multas impuestas bajo el paraguas de la ordenanza antivandálica. "Son personas que no tienen domicilio fijo y no pueden recibir notificaciones, y aunque las recibieran son insolventes", afirmó Núñez, que consideró que la ordenanza "no sirve para nada".
Aunque los vecinos creen que la Policía Local ha incrementado su control sobre los gorrillas -el Ayuntamiento dijo en su día que se multaba a 120 al mes-, esto no ha servido para que desaparezcan los aparcacoches ilegales. "Aunque en un principio se notó una reducción, cuando vieron lo que había volvieron y ya hay tantos como siempre", lamentó Núñez.
A día de hoy, los gorrillas siguen deambulando por las mismas zonas, en el caso de Bami junto al Hospital Virgen del Rocío, la Plaza Rafael Salgado y calles como Bami, Castillo de Constantina, Castillo de Alanís, Castillo de Alcalá de Guadaíra y todas las cercanas.
Pero no es el único barrio en el que se produce esta forma de coacción, que se repite en otro hospitales como el Macarena, en el entorno de las zonas comerciales -como los centros Nervión Plaza o Plaza de Armas-, en el Centro y en general en los enclaves en los que se produce una rotación de vehículos en busca de aparcamiento.