Antes de la aprobación del II Plan de Barrios y con el primero muy avanzado, el Ayuntamiento encargó un diagnóstico integral de la ciudad. Éste alerta de las carencias de las plazas y parques de la ciudad y advierte de "problemas de mantenimiento" que se deben afrontar en esta siguiente fase de los trabajos para permitir el aprovechamiento de los espacios libres.
El informe que sirve de punto de partida al II Plan de Barrios no sólo señala las actuaciones de urbanización y de rehabilitación de viviendas que se deben acometer en los próximos años. Es la base de un proyecto integral que profundiza en las necesidades sociales y económicas de los distintos distritos de la ciudad. Hay un lugar común en el análisis de barrios tan dispares como el casco y Torreblanca: se detecta un "deterioro" de los espacios libres por problemas de mantenimiento, vandalismo o el exceso de coches. Su reforma será uno de los ejes de trabajo de las actuaciones integrales que se acometerán en este mandato.
La memoria del II de Plan de Barrios describe de esta forma el estado de los espacios libres del casco histórico: "Ofrecen un panórama heterogéneo, no obstante, el diagnóstico apunta hacia el descuido que ofrecen en su mayoría, en parte por haber sido colonizados por el transporte y aparcamiento indiscriminado y también por un mantenimiento que se ha revelado insatisfactorio".
Los autores del informe -cuyo análisis repite el modelo del Plan General de Ordenación Urbana con la antigua división de la ciudad en seis distritos- emplean un lenguaje similar a la hora de evaluar los espacios libres de Triana. En este caso, se hace especial hincapié en la situación de Los Remedios -una zona que ha sido por primera vez incluida en el Plan de Barrios-: "El estado de abandono de muchas de las áreas libres impide el desarrollo eficaz de la función para las cual fueron proyectados". En esta zona se detecta además carencias en cuanto a las zonas de esparcimiento en relación a la población. Tanto por su "localización puntual e inconexa" como por la falta de metros cuadrados, sólo compensada por las grandes áreas de la ribera oeste del Guadalquivir y el Parque metropolitano del Alamillo.
Muy diferentes son los problemas de la Macarena, el "distrito con una mejor dotación en espacios libres", que sin embargo requieren también de la realización de un esfuerzo para adecuarlos a las necesidades de la población: "En general, salvo excepciones, los espacios libres necesitan de un mejor tratamiento y mantenimiento tanto privado como público -según sea su uso- para garantizar un nivel mínimo de identidad dentro de la ciudad, sobre todo en la zona más sur del distrito, la más cercana al casco histórico de la ciudad". Se citan especialmente los problemas de "cuidado y mantenimiento de Miraflores". Este distrito se verá beneficiado por actuaciones como las de San Jerónimo y La Bachillera.
En el otro extremo se sitúan los actuales distritos de Nervión y San Pablo-Santa Justa. La memoria los califica como "los peores dotados en espacios libres" -con la excepción de los jardines de La Buhaíra-, aunque no hay referencia alguna a problemas de conservación. El informe apunta como posible solución para las carencias de espacios libres el proyecto ya iniciado en el solar de la antigua cárcel de La Ranilla, así como potenciar las conexiones con las áreas libres de Miraflores, Amate, el Prado o los Jardines de Murillo.
De más envergadura serán las intervenciones que se plantean en los dos últimos distritos -siempre según la antigua división-. En primer lugar, el Este en el que se ejecutarán algunas de las iniciativas más ambiciosas del nuevo Plan de Barrios como las previstas en las áreas de rehabilitación integrada de Torreblanca y Palmete-La Plata, así como en Tres Barrios -que incluye Pajaritos, Candelaria y Madre de Dios-. El informe se detiene en analizar algunos de los espacios abiertos de esta zona -Amate, Juan XXIII, Infanta Elena... En todos ellos, con la excepción de las nuevas zonas urbanizadas en Sevilla Este, se subraya "el escaso mantenimiento en una proporción acusada".
En el distrito Sur, el informe se detiene en las áreas más degradadas, inmersas ya en un plan integral que se verá complementado con nuevas actuaciones incluidas en el II Plan de Barrios. "De las superficies consideradas ajardinadas, lugares de estancia y relación, no todas sirven para este fin por encontrarse en estado de deterioro, abandono, faltas de mantenimiento o simplemente no ejecutadas", recoge el informe que lanza una recomendación para el futuro: "El tratamiento de las áreas libres es fundamental, pero esto no justifica la preferencia hacia terminaciones duras -más fáciles de cuidar-. La vida en estos barrios ya es suficientemente díficil como para que el medio lo recuerde constantemente".
