No son cámaras de tráfico, pero más de uno ha levantado el pie del acelerador al ver las nuevas cajas blancas que lucen algunos semáforos de la ciudad en lo más alto. ¿Y para qué son esas antenas? Para que los edificios municipales estén conectados sin cables a través de internet. Por ahora, según el Ayuntamiento, este sistema wifi está en periodo de pruebas y se ha revisado el proyecto inicial para que la multa a Málaga no se repita en Sevilla. Con todo, aunque el sistema esté en el límite de lo permitido por el marco legal, tener wifi gratis en la Plaza Nueva, por ejemplo, rebasa dicho límite.
Es la bautizada como la red municipal inalámbrica Wimax-wifi, un proyecto que arrancó con el anterior alcalde, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, y que tiene el objetivo hacer llegar la banda ancha para el acceso a los servicios telemáticos del Ayuntamiento a las sedes de los once distritos y a otros 40 edificios municipales. Esta red interconecta estos edificios, permitiendo compartir los puntos de conexión a la banda ancha y reduciendo los costes de líneas dedicadas a este fin distribuidas por la ciudad, según el Consistorio.
Eso sí, el proyecto de habilitar una amplia red wifi que abarcase los principales espacios abiertos del centro de la ciudad quedó descartado. El Ayuntamiento que dirigían PSOE e IU tuvo que reorientar la iniciativa que aprobó e incluyó en el plan extraordinario de inversiones de 2010 tras los primeros contactos con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CMT) y tras las sanciones recibidas por administraciones locales como la de Málaga.
De hecho, la red Biznaga, el acceso wifi gratuito instalado en los edificios municipales malagueños y al que puede tener acceso cualquier ciudadano, es ilegal, según la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, que confirmó la sanción de 300.000 euros impuesta por la CMT al prestar ese servicio de forma pública y abierta sin comunicarlo a ese organismo y no respetando los límites legales, por ejemplo, en la velocidad permitida (256 Kps). En lugares como museos o instalaciones deportivas tampoco está permitido el wifi libre y gratis.
Cuando se presentó el Plan 5.000 estatal, el Ayuntamiento de Sevilla incluyó en él una iniciativa para instalar una serie de antenas en la ciudad a través de las que se facilitase el acceso a internet en los espacios públicos, de forma que el Ayuntamiento ofrecía la explotación de la red wifi y una empresa de publicidad era la que permitía la navegación con una serie de limitaciones y a cambio de insertar sus anuncios. Así funciona en Avilés, que era el ejemplo a seguir, aunque con el punto de partida de Barcelona: abrir inicialmente durante unos meses este sistema de forma gratuita y experimental e incorporar después la publicidad.
El contrato se llegó a adjudicar por 1,7 millones de euros, pero sobre la marcha el Consistorio retrocedió porque en febrero Málaga había recibido la multa de 300.000 euros por excederse de sus instalaciones en la prestación de la red wifi. Así que el Consistorio modificó el proyecto y diseñó el Wimax-wifi, con 1,2 millones de coste del Plan 5.000.
La idea es permitir la conexión de los trabajadores municipales, optimizando costes de comunicación y accediendo a la información en tiempo real. También permite el control de todos los elementos a control remoto (semáforos, eficiencia energética, alumbrado, cámaras de seguridad...). La red ofrece servicios de comunicaciones electrónicas que no afectan a la competencia, según el gobierno local, como acceso a las páginas web municipales; servicios generales de acceso a internet en centros de fomento de actividades, docentes o educativo-culturales; o acceso a servicios de comunicaciones electrónicas al público, excluyendo los edificios y conjuntos de uso residencial o mixto, y limitando la velocidad a 256 Kps.
