Desde la creación de la Oficina de Vehículos Abandonados en junio de 2006, los operarios municipales han retirado ya 2.000 coches de la vía pública. La cifra ha aumentado progresivamente, de forma que el balance de 2007 -1.408 automóviles- representa más del doble que la cifra obtenida el año pasado.
Estas actuaciones han permitido la recuperación y el tratamiento de 7.000 litros de aceite de vehículos, 20.750 kilos de plomo y ácido de baterías, 3.500 litros de anticongelante, 8.300 neumáticos y 1,6 millones de kilos de chatarra.
La Oficina de Vehículos Abandonados nació a raíz de un convenio firmado entre Lipasam y la Delegación de Gobernación del Ayuntamiento, área de la que dependía en el anterior mandato la Policía Local. Sus actuaciones se llevan a cabo cuando los agentes detectan un coche en estado de abandono o éste es denunciado por un vecino. Los expedientes de retirada se hacen efectivos en un plazo máximo de sesenta días.
El servicio permite además que los usuarios que quieran deshacerse de sus vehículos puedan advertirlo a la oficina de forma gratuita. De esta forma, se permite que el coche sea retirado como residuo urbano y dado de baja, ahorrando al usuario trámites, desplazamientos y tiempo.
A partir de este mes, la Oficina de Vehículos Abandonados ha incorporado una nueva prestación, ya que gracias a un convenio firmado con la Gerencia de Urbanismo se hará responsable también de la retirada de los cajones de obra ilegales o que no cumplan las ordenanzas. En 2006 se detectaron más de 800.
