Ayuntamiento y vecinos del Prado de San Sebastián se alinearon ayer del lado de la sentencia del Supremo que confirma la orden de derribar la biblioteca que la Universidad de Sevilla comenzó a construir en el Prado de San Sebastián y restaurar el parque a su estado original.
Así lo manifestaron ayer fuentes municipales, que negaron que se esté en conversaciones con la Universidad para buscar soluciones al problema, como la propia institución académica aseguró hace unos meses, y reiteraron que la postura del Ayuntamiento es de "respeto" a la decisión judicial y a su acatamiento, "que corresponde a la Universidad, no al Ayuntamiento". Sobre la búsqueda de un posible emplazamiento alternativo para esta infraestructura universitaria, estas fuentes insistieron en que "cuando se acate la sentencia, ya se verá". El Ayuntamiento sí recordó que, ya antes de acceder a la alcaldía, Juan Ignacio Zoido apuntó que la biblioteca podría levantarse en Los Gordales, aunque desde que es alcalde no se ha pronunciado públicamente.
La Universidad, que ya había invertido cinco millones de euros en el edificio diseñado por la prestigiosa arquitecta Zaha Hadid cuando una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le ordenó parar la obra, declinó ayer hacer ningún tipo de declaración. A pocos meses de las elecciones a rector que se celebrarán en primavera, la Hispalense no quiso comentar si está previsto derribar el edificio ni si tiene previsto reanudarlo en otro lugar; de hecho, tras meses asegurando que el diálogo con el Ayuntamiento era fluido, responsables universitarios declinaron confirmar si esas conversaciones continúan abiertas.
Los que sí se pronunciaron con la contundencia habitual fueron los vecinos de la calle Diego de Riaño que ganaron la batalla judicial contra la biblioteca, que trasladaron a Europa Press su interés en que la sentencia se ejecute lo antes posible, "se tire absolutamente todo lo que se ha construido indebidamente y se replante la zona hasta que quede como estaba". De hecho, sus abogados trabajan ya para solicitar la ejecución forzosa del fallo.
La última sentencia del Supremo rechazaba los recursos de casación del Ayuntamiento y de la Universidad sobre una decisión anterior al fallo judicial que declaraba ilegal la biblioteca, una decisión "firme" desde hace seis meses, que deja sin sentido la revisión de normativas ya anuladas que solicitaban los recursos.
Las obras llevan ya dos años y medio paralizadas
Las obras de la biblioteca de Zaha Hadid en el Prado de San Sebastián se paralizaron el 28 de julio de 2009, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía determinó la ilegalidad de la construcción, en la que ya se habían invertido cinco millones de euros. La Universidad dio a conocer entonces que la paralización supondría unos 8.300 euros al día, 6,2 millones en los dos años que calcularon que el Supremo tardaría en pronunciarse. Esa sentencia llegó, en concreto, año y medio después, en junio del año pasado: el tribunal desestimó los recursos presentados por la Universidad y el Ayuntamiento y determinó que la biblioteca debía ser derribada. Desde entonces la sentencia es firme, pero ante la presentación de nuevos recursos, el Supremo reiteró en este último fallo esa misma decisión.
