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El Consistorio pagará 11.000 euros por una rama caída

El 3 de mayo de 2004, un menor resultó herido grave cuando paseaba por el Parque María Luisa en bici junto a su abuela y le cayó la rama de un árbol. Ahora el Ayuntamiento ha aceptado pagar casi 11.000 euros de indemnización como titular de esa zona verde.

el 14 sep 2009 / 21:53 h.

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El 3 de mayo de 2004, un menor resultó herido grave cuando paseaba por el Parque María Luisa en bici junto a su abuela y le cayó la rama de un árbol. Ahora el Ayuntamiento ha aceptado pagar casi 11.000 euros de indemnización como titular de esa zona verde.

El Consistorio ha aceptado pagar una indemnización de 10.959 euros a los padres de un niño de seis años que resultó herido grave al ser golpeado por la rama de un árbol que cayó sobre él cuando paseaba en bici con su abuela por el Parque de María Luisa.

El accidente ocurrió a las 16.00 horas del 3 de mayo de 2004 cuando el menor, J.M.A., iba montado en la parte de atrás de una bici conducida por su abuela y cayó sobre él parte de un olmo que se había partido en dos.

Como consecuencia, el niño sufrió fractura craneal y la consiguiente inflamación, lo que le mantuvo varios días inconsciente en la UCI del Hospital Virgen del Rocío, si bien al poco después fue dado de alta tras evolucionar favorablemente.

El Ayuntamiento consideró que existía una responsabilidad patrimonial de la Administración y acordó conceder dicha cantidad por daños y perjuicios, según señala la resolución del caso.

El accidente se produjo cuando un olmo de 15 metros de alto y 1,2 de perímetro se partió en dos a una altura de tres metros y medio del suelo y cayó sobre la bicicleta conducida por la abuela del niño, en cuya parte posterior viajaba el menor.

El árbol se encontraba junto a la entrada del parque en la Avenida de María Luisa y se partió de manera imprevista, causando un impacto que según la familia podría haber sido mortal.

Un informe municipal argumentó que el olmo no ofrecía indicios externos que hicieran presagiar su ruptura, pues "externamente no presentaba daños de tipo fisiológico, oquedades, chancros, pudriciones o ramas secas que desde un punto de vista técnico hicieran previsible la ruptura de su tronco".

Pese a ello, el abogado de los padres, José Antonio Salazar, argumentó que la caída ocurrió en un día sin lluvia, viento ni condiciones atmosféricas adversas y, por ello, se trató de un incidente "que pudo evitarse" y que sólo pudo deberse a "un déficit de mantenimiento y alerta" por parte del personal de mantenimiento del parque. Para ello se basó en el atestado de la Policía Local, en cuyas fotografías "se apreciaba la podredumbre y el descuido" en que se encontraba el árbol. Argumentó que "la normalidad del aspecto del árbol no puede exonerar al responsable" de su mantenimiento, pues aunque para el viandante todos los árboles parezcan normales, "no deben serlo para el técnico".

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