La negociación sobre el futuro de Isla Mágica está encallada a la espera de que se defina cuánto dinero deberá pagar la sociedad que se haga con el proyecto a la Junta. El Pleno municipal pidió ayer compromiso a todas las partes. Urbanismo fue más allá, e instó al Gobierno andaluz a no subir el canon por los terrenos.
La Junta de Andalucía y la Agesa, el colectivo que gestiona los activos de la Expo 92 han acordado con los accionistas -especialmente con el mayoritario, Cajasol- que la concesión del parque temático sea de 50 años y que sea obligatorio la conservación de todos los empleos. Pero aún queda pendiente el punto más delicado de la negociación: el canon que se establecerá por el uso de los terrenos y que deberá abonar la empresa adjudicataria a la Administración autonómica.
Este canon está establecido en estos momentos en torno a los 800.000 euros. Pero el parque contará -gracias al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)- con 58.000 metros cuadrados construibles más construibles que la sociedad gestora del suelo podrá aprovechar para instalar hoteles, restaurantes, comercios, oficinas e incluso un hotel. Este hecho ha abierto el debate sobre si debe aumentar esta tarifa del alquiler, lo que supondría un escollo para los proyectos de futuro de un recinto que sigue con una situación económica endeble pese a que ya ha dejado atrás la crisis de 2005 que incluso le llevó a declarar la suspensión de pagos.
En este punto de la negociación, los tres grupos municipales acordaron presentar una moción en el Ayuntamiento -que apenas cuenta con el 3,4% de las acciones- con tres objetivos: instar a los agentes implicados a agilizar los trámites para lograr cuanto antes la estabilidad, exigir el mantenimiento de todos los puestos de trabajo y solicitar a la Junta que desarrolle los acuerdos de financiación comprometidos.
Todos los grupos municipales comparten esta lectura. Pero el equipo de Gobierno, a través del delegado de Urbanismo, Emilio Carrillo, dio un paso más. Y definió el posicionamiento del Ayuntamiento en la negociación: "La Junta debe tener sensibilidad con el parque. El mayor valor que tienen los terrenos no está pensado para subir el canon ni para aumentar los ingresos de la Administración autonómica, sino para apoyar el futuro del parque temático".
Carrillo hacía referencia con sus palabras a la citada ampliación de los metros cuadrados edificables del parque temático. Este incremento de los equipamientos de aplicará en vertical, en la superficie de los alrededores del lago. A cambio, la sociedad que gestione Isla Mágica debe renunciar al Jardín del Guadalquivir, al canal de la Expo, al Pabellón del futuro y a las naves situadas junto al Hotel Renacimiento, que pasarán de nuevo a manos de Agesa. Sólo se quedará con el Pabellón de España.
Los tres grupos políticos coincidieron en señalar que esta nueva etapa de Isla Mágica -con el plan de ampliación y con la gestión a través de una nueva sociedad- deben servir para que se resuelvan todas las "incertidumbres" y salga adelante un proyecto importante por el número de empleos que conlleva y por el "atractivo turístico" que supone.
