Los colegios no sólo podrán apoyarse en la Policía para luchar contra el absentismo escolar, también contarán con la colaboración de los centros de salud. La asistencia de un niño al médico basta para justificar una falta al colegio, aunque no esté enfermo. El Consistorio quiere integrar a los médicos en el plan contra el abandono para evitar la picaresca.
Acudir al médico no comporta necesariamente estar enfermo. Pero, cuando una familia lleva a su hijo a un centro de salud, siempre sale con un parte de asistencia, que más tarde usa en el colegio para justificar que el niño no haya ido a clase. En las escuelas del Polígono Sur, de Torreblanca y del Polígono Norte, donde el absentismo escolar es más difícil de solucionar -ha llegado hasta el 40%-, los partes médicos se han convertido en una forma de burlar la escolarización obligatoria. Muchas familias se toman la molestia de buscar una justificación médica, porque el salario social que cobran de la administración depende en gran parte de que garanticen que su hijo asiste al colegio regularmente todos los días.
El Ayuntamiento, a través de la recién creada Comisión municipal contra el absentismo escolar, acaba de aprobar el protocolo de intervención que establece los pasos a seguir por los profesores, los servicios sociales y los agentes de Policía en caso de abandono. En dicho documento consta expresamente el papel de los 12 agentes de Policía -uno por cada subzona en la que se ha dividido la ciudad- a los que los profesores pueden llamar por teléfono y solicitar el seguimiento concreto de un alumno, o la visita a casa de sus padres para lograr que vuelva. Pero el protocolo no habla de los centros de salud. Esto ha surgido a raíz de una propuesta de varios colegios del Polígono Norte, cuyos maestros, de motu propio, han contactado con los médicos de la zona para advertir de la picaresca que se produce con los partes de asistencia sanitaria. A raíz de ello, la delegada de Educación, Esther Gil, que coordina la comisión contra el absentismo, está estudiando la posibilidad de "integrar a los centros de salud al protocolo" o "articular una colaboración entre los médicos y los profesores en las subzonas donde se produzca esta picaresca". "Hablaremos con Salud para que colaboren con los colegios. Hay que saber si el aumento de justificaciones médicas es casual o si habitualmente ocurre, en cuyo caso habrá que investigarlo porque podría haber un mayor problema de fondo", dice Gil. Las subcomisiones técnicas de zona son las que deben decidir si se incorporan o no al protocolo.
Según una orden de la Consejería de Educación, la comisión local debía haberse creado hace cuatro años para coordinarse con la Delegación Provincial de Educación, pero hasta la llegada de Esther Gil, delegada municipal de Educación, no se ha hecho real. "Las mesas de trabajo contra el absentismo que ya existían en Polígono Norte y Polígono Sur han sido claves para diseñar el plan de acción para toda Sevilla capital", explica Gil. La comisión municipal contra el absentismo empezará a funcionar el curso que viene, y se reunirá una vez cada tres meses.
