Local

El Consistorio se endeudará para ejecutar las inversiones previstas

Hacienda estudia incluir en el plan de estabilidad la petición de nuevos créditos.

el 14 nov 2009 / 21:47 h.

TAGS:

Las arcas municipales han entrado por primera vez en números rojos. Habrá un plan de estabilidad supervisado por la Junta de Andalucía, lo que implicará un sensible recorte de gastos, y sobre todo, de las inversiones.

Si las transferencias del Estado caen en 53 millones de euros y  la recaudación por los tributos vinculados a la construcción desciende en siete, el resultado es que faltan 60 millones para cuadrar las cuentas de 2010. El doble de las inversiones propuestas en 2009.

El Ayuntamiento tiene asumido que su capacidad inversora será muy limitada, después del esfuerzo de este ejercicio, en el que se complementaron los fondos estatal y autonómico con más inversión municipal.

Ahora, para poder hacer frente a los compromisos adquiridos habrá que recurrir a los créditos, según subrayaron desde la Delegación de Hacienda.

El nuevo plan, de hecho, incluirá la petición de un nuevo préstamo bancario que conceda al Consistorio la posibilidad de hacer frente a infraestructuras como la ampliación del palacio de congresos.

La renuncia por parte del Gobierno central a financiar este proyecto puede incrementar la aportación municipal hasta los 13 millones de euros.

El plan de estabilidad se realiza con margen suficiente. En estos momentos, Sevilla se encuentra en un 90% de endeudamiento en relación a los ingresos corrientes. 28 puntos menos que en 2007, debido principalmente a la renegociación de todos los créditos existentes, que ascienden a 420 millones de euros, en el marco de una operación para pasarlos a largo plazo y bajar los intereses que permitió un ahorro a las arcas municipales de hasta 42 millones de euros.

En estos dos ejercicios apenas se han contraído nuevas deudas, salvo en el caso de Tussam, que tiene que recurrir periódicamente a créditos incluso para pagar a la plantilla. Ahora se volverá a emplear esta vía, pero con una previsión clara en la nueva hoja de ruta económica.

En cualquier caso, será sólo para afrontar las inversiones ya comprometidas, proyectos ya iniciados que hay que concluir. Apenas se introducirán nuevas iniciativas.

De hecho, según fuentes de la Delegación de Hacienda, uno de los escenarios con los que se trabaja es prácticamente una prórroga de los presupuestos de 2009, aunque con algunos ajustes. Como subrayan desde Hacienda, ninguna capital ha aprobado los presupuestos de 2010, un retraso que responde a la imposibilidad de cuadrar las cuentas. Lo mismo ocurre en Sevilla que en ciudades como Málaga.

Los gastos por norma suben año tras año, pero para 2010 los ingresos caen sensiblemente. El resultado es que no se puede tocar apenas el presupuesto. Se aprobará otro, pero con leves modificaciones y ajustes para conseguir que cuadren las cuentas.

Que los ingresos igualen los gastos. Por eso habrá que recurrir a créditos para las inversiones y a un plan estricto de ahorro con recortes en el capítulo de gasto corriente, incluso superior al 10% que, según los datos de Hacienda, se ha conseguido ahorrar en el presente ejercicio.

"En esta coyuntura el mantenimiento de los servicios públicos esenciales y de las inversiones productivas, junto a la necesidad de afrontar nuevos gastos requieren de importantes ajustes presupuestarios para el próximo año", apuntan desde la Delegación de Hacienda.

Y en éstos, la clave no está tanto en el Consistorio como en las administraciones autonómica y estatal  : "Es complicado recurrir a aumentar los impuestos, y la capacidad de endeudamiento está muy limitada, lejos de la que tienen las comunidades autónomas o el Gobierno de la nación".

La Delegación de Hacienda, que encabeza Nieves Hernández, quiere con esta situación forzar una colaboración de la Junta de Andalucía, al menos en el tema de Tussam, además de sumarse al largo listado de ayuntamientos que reclaman una revisión de los marcos legales estatal y autonómicos que permitan un incremento de las transferencias y una reestructuración de las competencias. Se calcula que el 30% de las que asumen son impropias. 

  • 1