Las principales vías de la ciudad estarán controladas por cámaras a lo largo de los próximos meses. Hasta cuatro proyectos del área de Movilidad están en marcha para controlar a los infractores y aumentar la capacidad sancionadora del Ayuntamiento de Sevilla. La última de estas iniciativas se activó a finales del pasado año: ha salido a concurso la instalación de 23 cámaras de control de los carriles bus de la ciudad, que se repartirán entre la Segunda Ronda, Eduardo Dato, Menéndez y Pelayo y en otros siete puntos de nuevas vías destinadas al uso exclusivo del transporte público en la ciudad. Las cámaras, que tienen un coste superior al millón de euros, deben estar instaladas en un plazo máximo de cinco meses desde la adjudicación del contrato que deberá resolverse en las próximas semanas.
Este contrato, aunque más numeroso, sigue los pasos del ya firmado para la Ronda histórica, donde se instalaron siete cámaras para controlar a los vehículos que invadan el carril bus. Estos se ubicaron en siete cruces distintos: Puerta Carmona, Carmen Benítez, José Laguillo, Carretera de Carmona, Resolana, Cruz Roja y la Gasolinera de San Julián. Todos estos, anunciados desde la implantación del sentido único en la Ronda histórica, han estado varios meses desactivados por problemas técnicos. Su objetivo, como recoge el último expediente aprobado por el Ayuntamiento es claro: "Con el fin de evitar la circulación de vehículos privados por los carriles de transporte público se hace necesaria la implantación de un sistema automatizado de vigilancia de la invasión de estas vías (...) Cuando el Ayuntamiento de Sevilla lo estime oportuno utilizará la sanción como sistema persuasivo para hacer más restringido el acceso".
Pero al margen de estas 30 cámaras que deben estar todas operativas a lo largo de este año, 2010 debe ser, después de numerosos retrasos el año de la aplicación de las restricciones al Centro histórico. Tras desestimar el pasado 9 de diciembre el recurso presentado por la empresa Telvent, todos los trámites están en marcha para que antes de la próxima Semana Santa estén operativas una veintena de cámaras en los principales accesos al Centro. Estos sistemas estarán coordinados con una aplicación web que incluya una base de datos que identificará las matrículas de forma que todos aquellos vehículos no autoriozados sean sancionado. Quedan fuera de esta limitación los residentes, los vehículos de servicio público, las motos y los usuarios de los aparcamientos rotatorios. Pese a la inminente activación de este sistema, que llega con casi dos años de retraso, según el contrato las multas no se empezarán a aplicar de inicio, sino que se habilitará un periodo de pruebas. De hecho, durante los primeros seis meses, la adjudicataria se hará responsable de cualquier desperfecto o daño que se produzca.
Y queda aún un último proyecto en esta estrategia de estrecha vigilancia de las infracciones de tráfico que se cometan en la ciudad. El pasado mes de agosto, el delegado de Movilidad, Francisco Fernández, anunció la implantación de una serie de cámaras en los semáforos con más accidentes de forma que se queden registradas las matrículas de aquellos vehículos que se salten un semáforo en rojo. La medida debía aplicarse al menos en cinco cruces: la glorieta de Kansas City-Avenida del Greco; Cardenal Bueno Monreal; Ronda del Tamarguillo, Luca de Tena y un quinto que no estaba definido. Aunque ya se han empezado a instalar algunas, el objetivo es activarlas a la vez que las que controlarán el Centro histórico.
