El número de adolescentes españoles que hacen botellón semanalmente se ha duplicado en los últimos seis años. A pesar de que la venta de bebidas alcohólicas a menores es ilegal, el 94% de los jóvenes asegura que comprar alcohol es fácil o muy fácil.
La práctica del botellón es una costumbre cada vez más arraigada en los jóvenes españoles. La ingesta de bebidas alcohólicas se está convirtiendo en un hábito que se repite a menudo, de forma que el número de adolescentes que hace botellón semanalmente se ha duplicado en los últimos seis años, según el estudio Los adolescentes ante el alcohol. La mirada de los padres y madres. El documento fue presentado ayer por el director técnico de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción y director del texto, Eusebio Megías Quirós.
El estudio indica que para el 65% de los jóvenes entre 14 y 18 años el consumo de estas bebidas se ha convertido en algo "normal". Además, el 94% de ellos confiesa que comprar alcohol es fácil o muy fácil. La prohibición de venta de bebidas alcohólicas a menores no impide que éstos se inicien en esta práctica, ya que el 80% de los muchachos de 18 años afirma haber consumido. Hace quince años eran poco más del 85% los que decían que adquirirlo era fácil, cuando la legislación era más flexible.
Según este estudio, las medidas que las instituciones han tomado para la prohibición o control del botellón, se han encaminado más hacia cuestiones de orden público que a la salud de los ciudadanos y, en concreto, de los adolescentes. "Para algunos, si los botellones se trasladaran a las afueras del núcleo urbano, ya dejarían de ser un problema" subrayó Megías.
Nuevo modelo de ocio .
El coordinador del estudio precisó que no está bajando la edad de inicio de consumo, aunque sí hay un 7% de bebedores de 12 años. Ha subido la proporción de quienes ingieren de forma rápida, abundante y frecuente, aunque los consumidores adolescentes se han mantenido desde 1992. Este nuevo modelo juvenil se caracteriza por el consumo de alcohol los fines de semana y se justifica mediante la diversión, de ahí la concentración en los espacios de ocio, pero también para estar con los amigos, conocer gente nueva y relacionarse mejor.
