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Economía

El consumo de biocarburantes en Andalucía crece un 87%

Andalucía es cada vez más ecológica. El aumento de la inversión en energías renovables y de su uso así lo demuestran. Un último dato refrenda esta realidad: en el último año, creció un 87% el uso de biocarburantes. Derivados de la biomasa, han evitado la emisión de casi 270.000 toneladas contaminantes de CO2.

el 15 sep 2009 / 23:04 h.

Andalucía es cada vez más ecológica. El aumento de la inversión en energías renovables y de su uso así lo demuestran. Un último dato refrenda esta realidad: en el último año, creció un 87% el uso de biocarburantes. Derivados de la biomasa, éstos han evitado la emisión de casi 270.000 toneladas contaminantes de CO2.

Las nuevas fuentes de energías, -más ecológicas, renovables- ganan terreno en Andalucía. En esta ocasión en el ámbito de los biocombustibles. Éstos tienen como materia prima la biomasa o materia biológica, que poseen la propiedad de extraer parte del dióxido de carbono que se podría verter a la atmósfera. Por ello, se han convertido en productos esenciales para minimizar la acción de los gases de efecto invernadero.

El fomento de su uso por parte de las administraciones y los beneficios para el usuario han hecho que los adeptos a estos nuevos carburantes sean cada vez más. En Andalucía se han disparado en el último año al crecer el consumo hasta un 87%. En total, se consumieron 92.658 toneladas equivalentes de petróleo (TEP), con los que se han evitado la emisión de más de 268.700 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Del global consumido, más del 85% corresponden a biodiésel y el 15% a bioetanol.

Se está pues más cerca del objetivo establecido del Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética (Pasener) de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa que establece que en el año 2013 el consumo de estos biocombustibles ascienda para ese mismo año a 460 ktep (kilotoneladas equivalentes de petróleo: energía equivalente a la producida en la combustión de 1.000 toneladas de petróleo).

Grandes ventajas. Los beneficios de ambos derivados -biodiésel y bioetanol- se han constituido como fuertes atractivos para los consumidores e, incluso, para la industria automovilística. El primero mejora el rendimiento y alarga la vida del motor y de sus componentes en contacto con el combustible, por su alto poder lubricante; reduce la fricción, el desgaste y el ruido; mejora la combustión y su precio es más económico que el de su competidor más contaminante, el gasóleo A. Además, este combustible no necesita ninguna modificación para su uso en motores convencionales siempre que se venda mezclado con gasoil, lo que lo convierte en apto para cualquier mecánica diesel.

Respecto al bioetanol, el e85 puede emplearse en vehículos flexibles que admiten cualquier tipo de mezcla, desde el 0% hasta el 85% de bioetanol en gasolina. Las emisiones de CO2 y de gases de efecto invernadero se reducen cuanto mayor es el contenido de etanol: el e5 evita que se emitan 8 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido en comparación con la gasolina 95; la e85 evita que se emitan 170 gramos de CO2 (un 90%) por cada kilómetro.

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