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“El consumo de productos ecológicos te garantiza el placer de los sabores”

Daniel Núñez Ordóñez es emprendedor, socio y director de Al Natura.

el 20 jul 2013 / 23:25 h.

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Daniel Núñez (Sevilla, 1976) llegó al mundo de la empresa a través de la conciencia. Consumidor de productos ecológicos y comprometido con el respeto al medio ambiente y al trabajo de las personas, puso en marcha Al Natura, una tienda presencial –que se encuentra en Alcalá de Guadaíra– y por internet que aúna como en un supermercado toda la oferta de este modelo de producción. –Define a su empresa como sostenible, responsable y justa con nuestra tierra y las personas. ¿Le resulta difícil mantener estos principios en el día a día? –No es que sea difícil, pero es verdad que a cada persona que participa en el proceso de producción y ventas de productos ecológicos se le retribuye de forma digna. Los costes de la producción ecológica, que se caracteriza por el respeto a la tierra y a las personas que trabajan en ella, son más altos que los de la alimentación convencional o intensiva, ya que a la hora de pagar hay un sobrecoste. En la alimentación convencional no hay un pago justo a las personas que trabajan en la cadena. El agricultor cobra poco y, sin embargo, en destino se paga un precio brutal. Todo el dinero se va a la distribución. En nuestro caso se paga un precio justo por lo producido y se procura que el canal de distribución sea corto. –¿Qué papel cumple Al Natura? –En muchos casos el productor ecológico vende al cliente final, pero es verdad que muchas veces no tiene conocimiento sobre cómo vender. Al Natura es una tienda que agrupa muchos productores y que ofrece artículos de muchos campos como si fuera un supermercado convencional pero solo con productos ecológicos. Tenemos alimentación y bebida, cosmética e higiene, herboristería o dietética. A ello se suma una sección especial para bebé e infantil y otra para personas que padecen algún tipo de intolerancia. Como sabíamos que el precio sería más alto, nos propusimos trabajar directamente con productores sin buscar distribuidores. El 90% son andaluces, porque otro de nuestros objetivos es poner en valor el producto ecológico andaluz. –¿Hay conciencia generalizada sobre este asunto? –La idea es que empecemos a tener una alimentación sana y saludable y que la probemos en la tierra. Cuando compramos un producto ecológico es como si lo hiciéramos en una frutería tipo gourmet. Son alimentos de alta gama que no tienen química ninguna, con lo que ello supone. –¿Y la demanda exterior? –Ahora mismo estamos arrancando porque solo llevamos alrededor de tres meses. Nos estamos dando a conocer. Tenemos clientes de Alcalá de Guadaíra, donde se encuentra la tienda, pero también de otras localidades de la provincia, como Camas o El Viso del Alcor. Además, contamos con clientes en Madrid y Barcelona y dos familias de Alemania que han hecho un pedido conjunto para llevarse productos típicos como aceite de oliva, ibéricos, vinos, conservas, mieles o picos. –¿Qué valor añadido aporta su empresa dentro del sector de lo ecológico? –El primer valor diferencial es que todo lo que vendemos es 100% ecológico y el 90% de los productores que nos suministran son andaluces. En el sector hay una gran desarticulación de los canales de distribución y el que quiere hacer una compra de solo este tipo de productos lo tiene muy difícil, porque tiene que acudir a muchos sitios distintos. De hecho, yo era consumidor y me di cuenta de todas estas dificultades para hacer una compra completa. Aquí se puede realizar de una vez. –¿La crisis no echa a mucha gente para atrás por el tema de los precios de estos productos? –Hay mucha gente que se está acercando a la tienda por novedad y al probarlos les han cogido el gusto. También los hay que no han vuelto por su situación económica. Es una cuestión de prioridades, ya que su consumo te garantiza salud y el placer de los sabores, porque son sabores olvidados. Haces una tortillas de patatas con huevos y patatas ecológicas y no sabe igual. La gente desconoce el sabor del pollo. Tengo un cliente que viene a comprar comida para su hija que es multialérgica a pesar de que está parado. –También vende por internet. ¿Cómo se reparte el negocio? –Ahora mismo vendemos el 85% en la tienda y el resto en la web. La venta a través de internet de estos productos no ha explotado aún, porque la gente quiere ver el producto y probarlo. Ahora los pedidos son para no perecederos y para la gente que reserva para no quedarse sin mercancía. Los frescos no los llevamos más allá de 40 kilómetros para garantizar que conserva sus valores. –Lo ecológico está cada vez más de moda. ¿Hay mucha competencia? –No nos podemos medir con el sector convencional. El ecológico tiene un perfil muy específico de cliente, que es el que está concienciado con los beneficios que supone su consumo. Hay gente muy sensibilizada, por ejemplo, con comer carne ecológica, libre de hormonas. En Alcalá hay una tienda de comercio justo con la que trabajamos y en Sevilla hay cuatro o cinco establecimientos especializados. No hay competencia porque no está bien estructurado y eso que es un sector que, a pesar de la crisis, sigue creciendo. –Acaba de arrancar. ¿Qué proyectos de futuro se plantea? –Queremos tener clientes también en el canal Horeca, lo que nos permitiría crecer. Además, barajamos el elaborado y envasado de los productos ecológicos, que es una forma de darles valor añadido. Se necesitaría una maquinaria específica y un local más grande. Por otro lado, tenemos en mente abrir un restaurante en Alcalá o Sevilla y llevar a cabo acciones en Málaga. Ideas hay muchas, la cosa es ir poniéndolas en marcha poco a poco. Hemos comenzado con un nivel de riesgo controlado para ver cómo funciona la apuesta, ya que no podemos capacidad de financiarnos más y fuera tampoco te dan. Hasta ahora, todo lo hemos puesto nosotros.

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