Instalaciones de la planta solar de Abengoa en el municipio sevillano de Sanlúcar la Mayor. / Juan Ferreras (EFE)
La corriente de optimismo que lentamente trata de imponerse desde numerosos frentes, aunque con todas las cautelas y salvedades hasta que no se plasme en datos tangibles de la economía real, no tiene aún traslación en uno de los termómetros que sirve para medir precisamente eso, la actividad de la industria y el consumo de los hogares. Y es que la demanda eléctrica en Andalucía mantuvo el año pasado la tendencia decreciente desde su pico máximo alcanzado en 2008, de manera que ésta se contrajo un 2,5 por ciento, hasta los 35.631 gigavatios/hora (GWh), lo que representa un retroceso dos décimas superior al constatado en el conjunto del país (-2,3 por ciento y 260.916 GWh), según los datos del operador del sistema eléctrico REE.
«La demanda de energía eléctrica en la comunidad andaluza se sitúa así casi en el mismo nivel que tenía en el año 2004, cuando se registraron 35.472 gigavatios/hora», precisa el delegado territorial de REE en Andalucía, Miguel González, quien precisa que se trata de un registro, el de 2013, un 12,2 por ciento inferior en comparación con el mayor consumo eléctrico de 2008 (40.575 GWh). Aun así, el retroceso de 2013 sobre el año anterior está por encima del registrado en 2012 sobre el ejercicio precedente (-2,3).
La evolución durante la crisis, abunda González, ha sido de una continua bajada a excepción del año 2009, cuando experimentó un ligero repunte que quedó solo en eso, para posteriormente continuar retrocediendo. Aunque no existen datos regionales, el comportamiento registrado por la demanda energética en el conjunto de España en los primeros meses de este año 2014 hace pensar, con la prudencia necesaria, «que se está amortiguando la caída y se está produciendo un cambio de tendencia», aunque aún habrá que esperar algunos meses para comprobar que ésta se confirma, apostilla. No se refiere a la demanda general, que en el primer trimestre del año, una vez corregidos los efectos de calendario y las temperaturas, cayó un 1,8 por ciento.
Pero sí alude al comportamiento del sector industrial, que es el gran consumidor de energía. El pasado febrero, la industria incrementó su consumo eléctrico un 5,6 por ciento, evolución que contrasta con la caída del 4,5 por ciento de ese mismo mes de 2013. Y es que desde abril del año pasado, la industria ha ido aumentando su demanda mes tras mes. Metalurgia, química, productos minerales no metálicos, alimentación y papel lideraron este avance el segundo mes del año.
A pesar del vaivén normativo, de la paralización de nuevos proyectos y de los varapalos del Gobierno central a las energías renovables, estas fuentes verdes están muy arraigadas en Andalucía, comunidad en la que aportaron el 52,7 por ciento de la energía generada en 2013. Así, el régimen especial que recibe primas y aglutina a las energías hidráulica, eólica, solar fotovoltaica, solar térmica, térmica renovable y térmica no renovable aportó 18.294 GWh, frente a los 16.393 del régimen ordinario (hidráulica de bombeo y convencional, carbón y ciclo combinado). De hecho, contrasta que, frente al auge de las renovables, cuya producción eléctrica creció un 10,3 por ciento el año pasado, la generación convencional redujo su aportación al sistema un 26,6 por ciento.
Este último capítulo, el del régimen ordinario, se sustenta fundamentalmente en dos tipos de centrales: de carbón y ciclo combinado. Mientras el retroceso de las primeras y más contaminantes fue del 19,4 por ciento, los ciclos combinados hundieron su producción eléctrica un 41,5 por ciento. En el lado contrario se colocó la energía eólica, que aportó un 22 por ciento más de electricidad al sistema que el año anterior.
Andalucía, además, generó el año pasado el 97 por ciento de la electricidad que demandó, por lo que necesitó importar 1.415 GWh, mientras que en España el saldo resultó exportador (y vendió 6.732 GWh en sus interconexiones con los países vecinos). La comunidad andaluza absorbió el 13,7 por ciento de la demanda nacional, mientras que su generación representa el 12,7 de la del conjunto del país.
