El consumo de los hogares españoles, que se anotó su mejor comportamiento en dos años, fue el principal responsable de la mejora de la economía en el segundo trimestre, a la que también ayudó, en menor medida, la inversión más productiva -es decir, la destinada a bienes de equipo-, que fue la única que creció.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que el Producto Interior Bruto (PIB) español avanzó un 0,2% entre abril y junio y modificó su cálculo para la evolución interanual de la economía, al cifrar ahora la caída en un 0,1%, una décima menos que la previsión inicial.
Este menor descenso se explica por la revisión que el INE hizo el pasado miércoles del PIB de los últimos cuatro años, en la que aumentó en una décima, hasta el 3,7%, el deterioro de 2009, lo que ha repercutido, en este caso para bien, en el dato del segundo trimestre.
El componente que más pesó en la mejora económica fue el consumo de los hogares, que aceleró su avance hasta el 1,3% en términos trimestrales, el mayor desde el segundo trimestre de 2004, y consiguió volver a crecer de forma interanual por primera vez en dos años, con un aumento del 2%.
El INE admite, no obstante, que la subida del IVA a partir del 1 de julio pudo contribuir a adelantar algunas compras, sobre todo de bienes duraderos como los coches, aunque también cree que los ciudadanos gastaron más al moderarse la caída salarial y también del empleo que, en cualquier caso, siguió retrocediendo -el 2,5%-, lo que se tradujo en la destrucción de 450.000 puestos de trabajo en un año.
Además, el empleo cayó en todos los sectores, sobre todo en la construcción, el 11,8%, y en industria, donde bajó el 4,8%, servicios (0,8%) y agricultura y pesca (0,5%).
Aunque en menor medida que el privado, el gasto público también aumentó -el 0,4% en un año y el 0,7% en el trimestre-, por el avance que aún registraba la remuneración salarial de los empleados públicos y por la compra de productos médicos, farmacéuticos o educativos.
El otro componente de la demanda interna, la inversión, siguió sin recuperarse aunque moderó su caída en 2,5 puntos, hasta el 7% interanual.
Aunque mala, esta cifra mejora gracias a la inversión en bienes de equipo, la única que aumentó -el 8,7% en un año y el 4,6% trimestral- en línea con los datos más positivos de cifras de negocio y pedidos industriales. Por el contrario, la inversión en construcción mantuvo su caída en el 11,4% (aunque se ralentizó la caída de la destinada a vivienda).
Con estos datos de consumo e inversión, la aportación de la demanda interna siguió siendo negativa, en medio punto, mientras que el sector exterior atenuó en un punto su aportación positiva, que fue de 0,4 puntos. Del saldo entre ambos resulta la caída del PIB en una décima.
El sector exterior tuvo una menor aportación positiva porque, aunque mejoraron las exportaciones, las compras al exterior aceleraron su aumento con más intensidad.
En cuanto a la actividad de los distintos sectores, sólo crecieron las ramas energéticas e industriales, el 1,8% y los servicios, el 0,4%, mientras que siguieron cayendo la construcción (6,4%) y la agricultura, ganadería y pesca (3,5%).
El Gobierno interpretó los datos como la constatación de que la economía continúa en un proceso de "normalización" tras dos años de caídas, según el Ministerio de Economía.
El PP, por contra, advirtió de que el consumo se deteriorará en el tercer trimestre por el alza del IVA, y agregó que las exportaciones no tienen los "magníficos" resultados de otros países europeos.
Mientras, los sindicatos atribuyeron el avance a elementos coyunturales.
