Las intervenciones, en las que colabora la Línea Verde de la Policía Local, que mantiene su dispositivo pese a los recortes, y los inspectores de la Delegación de Medio Ambiente, que dirige Encarnación Martínez, se han intensificado a lo largo del pasado mes, con campañas en zonas como Bermejales y el Centro. El pasado fin de semana se inspeccionaron once establecimientos señalados por su proximidad a zonas de botellonas y por los indicios de que podían estar vendiendo alcohol de forma ilegal.
El resultado de los trabajos fueron dos clausuras de comercios, ambas en Los Remedios, y cinco expedientes por abrir fuera de horario. El primer precinto afectó a un establecimiento dirigido por un empresario de nacionalidad china ubicado en la calle Padre Damián y denominado Kely Kely. Según indicaron desde la Delegación de Medio Ambiente, los inspectores comprobaron cómo vendía alcohol a dos menores, por lo que fue cerrado de forma inmediata.
Ahora se expone a estar precintado durante dos meses y a una multa que puede alcanzar los 4.000 euros. La segunda intervención se produjo en la calle Virgen del Agua Santa en el comercio Oh my god. En este caso, se estaba vendiendo alcohol fuera de hora, por lo que se expone al cierre durante un mes y a 2.000 euros de multa. La sanción máxima aplicada durante este año, en el que se puso en marcha el dispositivo de actuaciones conjuntas entre la Delegación municipal y la Policía Local, afectó a la discoteca Cotton, también de Los Remedios. Se enfrentó a una sanción de 6.000 euros y sigue cerrada tras más de cinco meses. El expediente implica su clausura durante un año.
Pese a estas medidas, la presencia policial los fines de semana sigue siendo reducida. Apenas hay dos o tres parejas de agentes cubriendo las botellonas, según fuentes sindicales, y las concentraciones se han multiplicado.