La nueva ordenanza de actividades, que regula las normas para abrir y realizar obras para modificar negocios entra en vigor hoy después de un proceso de casi cinco meses. Con esta ordenanza, impulsada ya con el gobierno del PP, los controles previos desaparecen para la práctica totalidad de los sectores -incluidos bares, discotecas o salas de fiestas- y serán sustituidos por declaraciones de responsabilidad, esto es informes técnicos que garanticen el cumplimiento de toda la normativa vigente. El control municipal se producirá a posteriori, aunque, como ya advirtió un informe de Urbanismo el pasado mes de octubre, este sistema depende de un incremento o al menos una reorganización en la plantilla.
"No podemos permitir que la tramitación de los permisos necesarios para comenzar una actividad se demore mucho más allá del tiempo legalmente estipulado. Está en juego la paralización de proyectos y del desarrollo económico, comercial y empresarial de la ciudad", explicó el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez a través de un comunicado. El edil defendió la necesidad de esta nueva reforma de una normativa que ya fue revisada por el anterior gobierno local para adaptarla al nuevo marco legal. La diferencia sustancial entre ambos proyectos afecta al sector hostelero y a las actividades a las que antes se les exigía una inspección previa y a las que ahora les bastará con la declaración de responsabilidad.
