Si se cumplen los plazos que fija la Junta de Andalucía, Écija tendrá 16 Bienes de Interés Cultural (BIC) a principios del año 2010. La ciudad de las torres tiene, tras la reciente calificación de los Descalzos, quince monumentos protegidos. Ahora es el turno del convento de las Marroquíes.
El expediente para declarar bien protegido el convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción (llamado de las Marroquíes porque su fundación se atribuye a las hermanas Luisa, Catalina, Ana y Francisca Marroquí, descendientes de una de las más antiguas familias de Écija) se inició a principios del pasado mes de agosto. La administración autonómica calcula unos 18 meses entre el inicio del expediente y la definitiva inclusión del edificio en el catálogo de bienes protegidos de la Consejería de Cultura.
El de las Marroquíes será el tercer convento que es declarado monumento protegido, una categoría que ya tiene el de San José, popularmente conocido como las Teresas, en la céntrica calle Del Conde, y que acaba de estrenar los Descalzos, aunque esté último no está habitado y sí en obras desde hace más de dos años, para mostrarlo a los visitantes como un emblema del barroco religioso en la ciudad. A través del programa Andalucía Barroca, la Junta lleva invertidos en la rehabilitación de este edificio y sus bienes muebles alrededor de 5 millones de euros, según estimaciones de la delegación provincial de Cultura.
El proceso para otorgar la máxima protección patrimonial al convento de las Marroquíes debe concluir en torno a febrero de 2010. "Se están haciendo los trámites, la documentación estaba muy avanzada cuando se solicitó, y todos los bienes muebles del edificio están muy bien documentados", señalaba hace unos días en Écija la directora general de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Guadalupe Ruiz, que afirma que "no habrá ningún problema" con la declaración como BIC del convento de clausura astigitano.
El expediente sobre el convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción llega en un momento en que se especula con el posible abandono del templo por las religiosas que lo ocupan, las concepcionistas franciscanas, a consecuencia de la falta de vocaciones religiosas, entre otras cosas.
