El cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, inició este fin de semana con una eucaristía los actos con los que el colegio San José celebrará su medio siglo de vida. Más de 600 padres y ex alumnos asistieron a la cita, que tuvo un reconocimiento a las hermanas que llevan adelante el centro, conocido como El Convento.
El patio del colegio San José se convirtió en punto de encuentro de cinco generaciones de alumnos que en estos 50 años se han formado en este centro. No es de extrañar que más de 600 personas, entre antiguos alumnos, padres, madres y vecinos, acudieran al acto inaugural del programa de actividades conmemorativas que han diseñado desde El Convento.
Y es que, tal y como dice su directora, la hermana Amparo, son "una gran familia". "Desde que el centro comenzó su actividad todas las religiosas y también los profesores que en la actualidad trabajan con nosotras hemos intentado educar en valores a los alumnos transmitiendo principios de respeto y tolerancia", comenta.
El cardenal, Carlos Amigo Vallejo, fue el encargado de oficiar una misa que sirvió como muestra de cariño hacia estas hermanas de la Doctrina Cristiana, una comunidad muy querida en La Rinconada. Como prueba, el alcalde, Javier Fernández (PSOE), regaló al colegio un azulejo conmemorativo en el que el municipio reconoce sus 50 años de dedicación. Además, dijo que "el centro y las hermanas han sido una pieza clave del desarrollo de San José, tan importante como lo fue la Azucarera y la estación de tren".
En el acto no faltaron palabras de recuerdo para el fundador del centro, el conde de Benjumea, que corrió con los gastos no sólo de la construcción, sino de parte del mantenimiento en los primeros años. En 1963 se convirtió en un internado para niñas y seis años más tardes extendió sus servicios para ser la única escuela hogar concedida en España.
Las actuales monjas recuerdan con especial cariño la labor de Isabel María Rus, fundadora de esta escuela hogar. La religiosa ayudó a formar a muchas niñas que vivían en el campo. Tras años ejerciendo como superiora del centro, en la actualidad sigue ayudando a los más desfavorecidos en Togo.
El centro se implicó desde sus inicios en la vida del municipio, llegando a ser refugio en el franquismo de los obreros del campo que participaron en la primera manifestación que se conoce en La Rinconada para exigir mejores condiciones laborales.
