Calle Puente y Pellón, 11. En este local se situaba la emblemática tienda de telas Siete Puertas, que cerró hace cuatro meses. Ahora ocupa su espacio una gran tienda de ropa regentada por una familia de origen chino. Corazón es el nombre de este nuevo comercio, que abrió sus puertas el 29 de octubre. Según Lucía, la encargada, han tenido buena aceptación y además la clientela se dispararon con las fiestas.
Esta familia china abrió su primera tienda en 2004, en la calle Recaredo. Luego montaron dos más en María Auxiliadora y en Carretera Carmona. Es así como Corazón se ha extendido por diferentes puntos de Sevilla con cuatro locales, el último en el Centro.
Gracias a esta expansión y a la experiencia, Lucía, que es además hija del dueño, sabe que los clientes del Centro son distintos a los usuarios que les visitan en los barrios. "Son más educados. Vienen, compran y se van. En los barrios, hablan más y se quejan de los precios", es decir, tratan de regatear con los empleados, según esta joven de 22 años.
Desde un principio, su familia se dedicó al comercio textil y, aunque al principio vieron que lo que más se vendían eran las prendas para personas mayores y las tallas grandes, cada vez hay más jóvenes que se acercan a echar una ojeada. "Somos más baratos".
Pero Lucía asegura que no consiguen ser baratos a costa de la calidad de los tejidos. "Buscamos calidad y buen precio". El truco está en no trabajar "marcas exclusivas", advierte. Tampoco acuden a China a comprar, ya que eso supondría un encarecimiento, debido al transporte. "Una vez hicimos un pedido a China y tardó dos meses", cuenta. En su lugar, buscan talleres "chinos" en Francia e Italia, es decir, ropa hecha en Europa. "Así tarda menos".
El padre de Lucía, cuyo nombre español es Joaquín, llegó a España hace 20 años. Fue entonces cuando montó su primera tienda. Ella tiene 22 años y llegó hace 8. Después de este tiempo, reconoce que le gusta y que la gente es muy "simpática". Además, tiene una hermana de 14 años que tiene la nacionalidad española.
A pesar de que, hoy en día China está "muy bien", Lucía sabe que a veces es "difícil" encontrar trabajo. Por eso, muchos jóvenes terminan su carrera y deciden "ver mundo".
La historia de Siete Puertas es más que conocida entre ellos y, vaya donde vaya, Lucía escucha cómo la gente habla del antiguo local. Pero pagar un alquiler en pleno Centro sale caro. A pesar de ello, asegura que abonan todos los impuestos y el alquiler.
Aunque por el momento las cosas van bien, Lucía advierte de que la crisis también les ha afectado a ellos. "La ropa nos sale más cara, pero no podemos subir los precios, por lo que tenemos que ganarle menos a las prendas". Pero, ante todo, la solución para salir adelante está en "trabajar duro". "Los chinos somos muy trabajadores", apostilla.