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El 'cotillón' recorta la barra libre

Cada vez más salas de fiesta optan por ofertar un precio más económico para el bolsillo y con menos copas.

el 29 dic 2011 / 21:05 h.

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Queda tan sólo un día para despedir este año al que hemos llamado 2011. La ciudad se llena de carteles ofreciendo el lugar perfecto para pasar las primeras horas del nuevo año. Con los bolsillos algo resentidos por el tortuoso camino que lleva la economía, las grandes salas y discotecas de la ciudad optan cada vez menos por las macrofiestas con barra libre abarrotada. Aunque entre el público más joven, los grandes cotillones siguen siendo la opción preferida.

La sala Bandalai aún luce sus adornos navideños pero sólo hasta mañana, día en el que se convertirá en un auténtico rincón veneciano donde muchos sevillanos bailarán las primeras horas del 2012. Rubén Márquez, que regenta esta sala junto a la discoteca Vannity, es uno de los empresarios de la noche que ha optado por una alternativa a la tradicional barra libre: Entradas con dos copas por 25 euros y 40 euros para la sala VIP de Vannity. “Tras tantos años de experiencia haces cuentas y ves que no te sale rentable, ni a ti ni al cliente. Es más lo que se tira que lo que se bebe, además del tiempo que espera el cliente para pedir las copas”, explica Rubén. En su opinión, el precio que ofrece está más que justificado, sobre todo porque “hay que pagar más a la plantilla por esa noche”. Hasta un equipo de 40 personas, entre camareros, seguridad y mantenimiento, estará después de las uvas en su discoteca velando por mantener el ambiente festivo de unas 1.000 personas que, según las estimaciones del empresario, pasarán la Nochevieja en su local.

El perfil de la clientela que reciben sus dos discotecas supera los 25 años, “y ya no quieren las aglomeraciones de una gran fiesta”, confiesa. No se muestra nervioso ni agitado por la celebración puesto que para él será como “un sábado más”, sobre todo por la coincidencia con el día de la semana.

El ambiente de Rubén mucho distará del público asistente a grandes fiestas y cotillones donde ofrecen todo lo que se pueda beber. “Suelen ser bastante jóvenes, porque es la primera vez que les dejan salir hasta muy tarde”, explica Alfonso Maceda, de la Asociación Provincial de Salas de Fiestas y Discotecas y dueño del local Capitol. La mayoría de sus empresas asociadas celebran un cotillón con barra libre como las salas Antique, Boss o Casino, uno de los clásicos en grandes festejos de Año Nuevo. Casino cumple ya 12 años amenizando la Nochevieja, sobre todo, de la chavalería. Oscar Carracedo, dueño de la emblemática sala, sigue apostando por el modelo con barra libre. “Todo lo que sea un precio cerrado, la gente es más reacia. Es cierto que la rentabilidad ha caído en los últimos años, pero no por eso vamos a dejar de seguir esa fórmula”, admite. Su ocupación bajará este año hasta un 30%, “con los mismos gastos de personal e infraestructuras”. Aún así, espera llenar su sala con hasta 500 personas. Los precios de los grandes cotillones, que rondan los 50 y 60 euros, suelen incluir tentempiés y bolsa con los utensilios necesarios para hacer la noche (y la vestimenta) más divertida.

Pero este empresario vive la noche más celebrada del año desde ambas orillas. En Caramelo y Groucho, otros dos locales que regenta, Carracedo ha optado por un precio reducido y copas limitadas (2 bebidas por 20 euros), dirigido sobre todo a ese público de mayor edad.

Como la economía aprieta, muchos sevillanos se decantan  por fiestas privadas o van de local en local donde no cobren la entrada al mismo. Una alternativa que las grandes salas no temen demasiado. “Creo que al final te sale igual, en cada sitio pagas tus copas y pueden estar más caras, porque si no te cobran entrada, en algún sitio tienen que tener su beneficio”, apostilla Rubén Márquez de Bandalai.

En lo que coinciden los empresarios de la noche sevillana es en el deseo para el año que entra: “Que, por lo menos, sigamos como estamos”, expresan.

TAN SÓLO UNA LICENCIA. Como si de otra tradición navideña se tratara, el Club Cultural y Deportivo Santa Aurelia vuelve a ser la única entidad que solicita al Ayuntamiento de Sevilla la licencia correspondiente para celebrar su cotillón.

Según informó el Consistorio sevillano, este hecho no implica que el resto de fiestas de Año Nuevo que se celebran en la ciudad sean ilegales, ya que la mayoría cuenta con licencias específicas para discotecas o locales nocturnos. Las únicas fiestas que requieren el permiso municipal son las que tienen lugar en superficies que normalmente tengan fines distintos. Acerca de este hecho, la asociación de consumidores Facua alertó de la existencia de numerosos cotillones que se celebran sin licencia.

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