El relevo en Palacio impone cambios en ciertas costumbres, al menos para este año. El Cristo de la Corona no visitará el Arzobispado el próximo Viernes de Dolores, una práctica heredada de la era del cardenal Amigo que se ha realizado en los dos últimos años.
Al parecer Juan José Asenjo, actual arzobispo de Sevilla, ha traslado a la hermandad del Sagrario el deseo de que no se haga este año. Asenjo ha pedido un poco de tiempo, pues acaba de aterrizar en la plaza Virgen de los Reyes, donde lleva viviendo sólo unos meses (desde principios de año), y aún no ha dejado de viajar para ceder el testigo a su sucesor en la diócesis de Córdoba.
La petición de Asenjo ha sido bien recibida por los hermanos del Cristo de la Corona, que comprenden la situación del nuevo arzobispo y esperan que este rito de vísperas se pueda retomar en los próximos años. Entienden, pues, que se trata de una medida puntual, propia de quien acaba de tomar posesión de su nueva casa y necesita tiempo para recibir visitas.
La primera visita al Palacio fue en 2008. Entonces el cardenal Amigo Vallejo bendijo la entrada de un paso en el Arzobispado con la entrega al Cristo de la Corona de la medalla del 25 aniversario de su pontificado en Sevilla. Ahora, liberado el tiempo que echaba la cofradía en entrar y salir de este edificio, la junta de gobierno que dirige Alfonso Mateos ha trazado un recorrido inédito. Por primera vez los nazarenos de ruán morado desfilarán por la plaza del Salvador.
A la salida, el Cristo de la Corona irá por Argote de Molina, Placentines, Francos, Chapineros, Álvarez Quintero y Entrecárceles hasta alcanzar El Salvador. Una vez a los pies de la antigua colegial, el cortejo tirará por Sagasta, Jovellanos y Tetuán para llegar a la Plaza Nueva, donde desfilará por el andén del Ayuntamiento. Llegados a este punto, la cofradía retomará su habitual camino por la Avenida de la Constitución para adentrarse por el barrio de Santa Cruz desde Fray Ceferino González y la plaza del Triunfo, y seguir por la plaza de la Alianza, Rodrigo Caro y Mateos Gagos. La entrada se mantiene a las doce de la medianoche.
